Dermatología: Más vale prevenir
13 febrero, 2018Vida sana, piel sana
16 marzo, 2018Eulalia Baselga se define como una persona muy curiosa, interesada en averiguar qué hay detrás de unos síntomas, de una enfermedad o de cualquier otro proceso, aunque no tenga que ver con la medicina: “no paro hasta saber cómo funciona un aparato electrónico”. Afirma que esta curiosidad le condujo a la investigación clínica. Lleva más de 20 años dedicándose a la dermatología pediátrica, una especialización a la que llegó en parte por casualidad y en parte por interés personal. Desde el pasado mes de junio está al frente del primer Registro de Hemangiomas en España, un proyecto que pretende conocer más allá de los datos que se dan en los ensayos clínicos con estos pacientes y saber cómo es el día a día de unos pequeños que, hace unas décadas, ni siquiera recibían tratamiento.
¿Cuál es el objetivo de este registro?
Queremos conseguir más información a largo plazo de lo que ocurre con los niños tratados de un hemangioma o de aquellos que no han recibido tratamiento. Actualmente, tenemos los datos de diferentes estudios clínicos, pero esto no es suficiente porque una cosa es lo que ocurre en el entorno de un ensayo y otra lo que pasa en la realidad cotidiana de estos pacientes y del nuevo tratamiento que se lleva utilizando hace unos años, propanolol. Necesitamos saber cómo evolucionan, cómo queda el hemangioma pasados cinco años, o qué efectos indeseables tiene el fármaco en el día a día (sabemos que puede alterar el sueño, pero no cómo lidian con este problema los padres). En muchos casos, no conocemos por qué algunos interrumpen el tratamiento, cuál es el pronóstico si ya no se vuelven a tratar o si lo retoman al cabo de un tiempo… Tampoco sabemos qué tipo de hemangiomas responden más, si los perioculares o los ubicados en la punta de la nariz, por ejemplo. Por otro lado, aunque el tratamiento estándar se da entre la semana quinta de vida y los cinco meses, algunos casos llegan después y se empiezan a tratar más tarde. ¿Qué ocurre con ellos? En definitiva, queremos conocer la realidad de los niños con hemangiomas.
¿Cuántos hospitales participarán en este registro?
La idea inicial era contar con la participación de más de 10 centros y reclutar a más de 500 pacientes. Se trata de que colaboren aquellos centros que ven habitualmente muchos hemangiomas.
De momento, ya hay 12 centros involucrados desde diferentes puntos de España.
Si no recuerdo mal, estos centros son los siguientes: Hospital Santa Creu i Sant Pau, Hospital Sant Joan de Déu, Hospital Sant Joan de Reus, Hospital Son Espases, Hospital Universitario Reina Sofía, Hospital Virgen del Rocío, Hospital Costa del Sol de Marbella, Clínika Dermik, Hospital Universitario Infantil Niño Jesús, Hospital Gregorio Marañón, Hospital 12 de Octubre y Hospital Infanta Leonor.
¿Cómo decidió estudiar medicina y especializarse en dermatología?
Siempre tuve muy claro dedicarme a la medicina. Con una familia en la que mi abuelo, mi padre y mi hermano eran médicos y mi madre y mi hermana enfermeras, casi no contemplé otras opciones. Por eso no creo tanto en la vocación (sí en las cualidades de cada uno, como la curiosidad o el trato personal), sino en la influencia del ambiente. Cuando estudiaba medicina, lo que más me gustaba era la parte clínica, de observación, reconocer patrones de memoria visual… Además, los dermatólogos siempre miramos nuestras biopsias junto con los patólogos. Me gusta ver cómo encaja todo, cuáles son los procesos lógicos, por qué aparecen costras o vesículas y qué pasa internamente para que ocurra esto. La dermatología tenía todo esto y, además, me permitía tener una familia -tengo cinco hijos-.
Eulalia Baselga, dermatóloga pediátrica
¿Y cuándo decidió orientar su especialidad en la pediatría?
Esto fue más casualidad. Al final de mi residencia, mi marido se iba a ir a trabajar a Milwaukee y decidí aplicar para un fellowship con la que se considera la madre de la Dermatología Pediátrica estadounidense, Nancy Esterly. Casi todos los grandes dermatólogos pediátricos americanos se habían formado con ella. Le apasionaban los hemangiomas y las lesiones vasculares. De hecho, fue la primera en utilizar corticoides para tratarlos.
Nancy Esterly nos transmitió esta pasión a los que fuimos sus discípulos y años más tarde fundamos el Hemangioma Investigator Group en el que están involucrados ahora más de 13 universidades y unos 20 dermatólogos pediátricos. “Somos fanes de los hemangiomas”. Gracias a este grupo, hemos podido avanzar mucho en este problema.
¿Qué reto queda pendiente en esta enfermedad?
Frente a los hemangiomas se ha conseguido mucho. En cambio, en otras patologías pediátricas como la atopia, se sigue sin un tratamiento que realmente cambie el curso de la enfermedad y que domine bien el brote y lo prevenga. Es verdad que ahora se empiezan a aplicar los biológicos, pero me temo que va a ser más difícil que la psoriasis porque hay más mediadores involucrados, no hay un solo tipo de atopia, sino que hay muchas formas clínicas.
Recientemente ha sido la 29 Reunión del Grupo Español de Dermatología Pediátrica, ¿Cuál es su valoración de este congreso?
En las reuniones de este grupo se presentan casos muy bonitos e interesantes, de los que puedes aprender porque te haya ocurrido algo similar y ves cómo un compañero lo ha solucionado de una manera distinta a la tuya que, a veces, puede ser mucho mejor. Es cierto que la presentación de los grandes trabajos se suele hacer en el Congreso Nacional o en el americano o europeo, pero en esta reunión se pueden presentar los datos preliminares de un estudio que ya esté en marcha si hay resultados interesantes. No obstante, lo que más valoro de esta reunión es la energía que suele haber allí, normalmente vuelves con más ganas de hacer cosas, con trabajos de colaboración, con ilusión… Es muy diferente de lo que obtengo de una revista, aquí el intercambio humano es vital.