José Herrerías-Moreno, Jorge Romaní. Servei de Dermatología, Corporació Sanitària Parc Taulí, Sabadell, Barcelona.
El espectro electromagnético solar que interesa al dermatólogo engloba la luz visible (luz azul y roja, utilizadas en terapia fotodinámica) y la radiación ultravioleta (que es la empleada en la fototerapia). La radiación ultravioleta se subdivide de forma arbitraria según su longitud de onda en UVA (400-315 nm), UVB (315-290 nm) y UVC (290-200nm), siendo ésta última incapaz de alcanzar la superficie terrestre gracias al efecto protector de la atmosfera (figura 1 y tabla 1).
Tipo de UV | Longitud de onda (nm) |
UVB de banda ancha | 290-320 |
UVB de banda estrecha | 311 |
Láser excímero | 308 |
UVA | 320-400 |
UVA 1 | 340-400 |
Luz azul | 470 |
Luz roja | 665 |
La fototerapia con UVA1 (340-400 nm) sólo es utilizada en algunos hospitales de Europa. Dado que a mayor longitud de onda, mayor es el grado de penetración en la piel, UVA1 tendría mayor capacidad de inducir efecto sistémico al poder alcanzar las células inmunitarias circulantes, siendo su actividad clínicamente relevante. Reduciría el número de células de Langerhans y de mastocitos, estimulando la apoptosis de linfocitos T. También se ha visto que aumenta la expresión de colagenasa, lo que explicaría su eficacia en la esclerodermia1.
Las principales indicaciones de la fototerapia con UVA1 son la dermatitis atópica, la esclerodermia localizada y el lupus eritematoso sistémico (grado de evidencia A)2.
La terapia PUVA se fundamenta en la interacción entre la radiación ultravioleta A (320-400nm) y el psoraleno (fármaco fotosensibilizante), generando reacciones fototóxicas repetidas y controladas.
Los psolarenos pertenecen al grupo de las furocumarinas, siendo el 8-metoxipsolareno (8-MOP) el más utilizado en nuestro medio por ser el único comercializado, aunque también puede formularse el 5-MOP3. Los psoralenos pueden ser administrados vía oral o tópica en forma de soluciones, cremas o baños1. La dosis vía oral del 8-MOP es de 0.6mg/kg (máxima 60-70mg por toma) unas 2 horas antes de la sesión. En el caso de utilizar 5-MOP la dosis recomendada es 1.2mg/kg 2 horas antes de la exposición.
El protocolo que se utiliza de forma más generalizada en España está basado en el fototipo del paciente, que determinará la dosis inicial y el incremento de ésta en sesiones posteriores. A grandes rasgos, se ha calculado que se pueden obtener resultados óptimos dentro de las primeras 20-25 sesiones, lo que supone unas 6 semanas de tratamiento (2-3 sesiones por semana) y una dosis acumulada de 60 a 150 J/cm2 (la dosis máxima por sesión oscila entre 8 y 12 J/cm2)4.
La PUVA-terapia produce una respuesta anti-inflamatoria, pero a la vez un eritema fototóxico retardado. Dicha reacción depende de la dosis tanto del fármaco como de UVA así como de la sensibilidad individual. El eritema secundario al PUVA aparece a partir de las 24-36 horas, siendo su pico máximo al cabo de 72-96 horas tras la exposición y suele prolongarse hasta más allá de una semana1. Actualmente, el eritema es el único parámetro disponible para controlar la magnitud de la reacción al tratamiento y que determinará los ajustes de dosis a lo largo de éste1.
El segundo efecto importante del PUVA es la pigmentación y que puede aparecer sin acompañarse de eritema evidente, generalmente a partir del séptimo día postexposición.
Las indicaciones más frecuentes de esta modalidad de fotoquimioterapia se resumen en la tabla 2, adjuntando en cada caso ciertas consideraciones a tener en cuenta en cada situación. La tabla 3 recoge el conjunto de enfermedades que pueden ser potencialmente tratadas con PUVA-terapia.
INDICACIONES | CONSIDERACIONES |
Psoriasis en placas: graves (Psoriasis Area Severity Index [PASI]>10) y moderadas con poca respuesta a tratamiento tópico o terapia UVB |
|
Dermatitis atópica refractaria a tratamiento
tópico y a fototerapia UVB |
|
Vitíligo |
|
Parapsoriasis en placas y linfoma cutáneo
de células T (estadios IA-IIA) |
|
Erupción polimorfa lumínica resistente a
fotoprotectores |
|
Alopecia areata Angiocapilaritis (púrpura pigmentaria crónica) Colagenosis perforante Dermatitis atópica Dermatitis actínica crónica Eczema crónico de manos Esclerodermia localizada (morfea) y esclerodermia sistémica Foliculitis eosinofílica Protoporfiria eritropoyética Enfermedad injerto contra huésped Granuloma anular Histiocitosis de células de Langerhans Liquen plano Necrobiosis lipoídica Papulosis linfomatoide Papuloeritrodermia de Ofuji Linfoma cutáneo de células T Pustulosis palmoplantar Pitiriasis liquenoide aguda (PLEVA) y crónica (PLC) Pitiriasis rubra pilaris Erupción polimorfa lumínica Erupción papular pruriginosa asociada a la infección por el VIH Psoriasis Prurito acuagénico Síndrome de Schnitzler Pustulosis de Sneddon-Wilkinson Urticaria solar Urticaria pigmentosa (mastocitosis) Vitíligo Vasculitis livedoide o atrofia blanca Síndrome de Wells |
Los principales inconvenientes de la PUVA-terapia son la larga duración de las sesiones (hasta 20 minutos de media) y la intolerancia digestiva del psoraleno, así como la potencial hepatotoxicidad secundaria a dicho fármaco. Otros efectos indeseados serían las reacciones fototóxicas, el prurito, el fotoenvejecimiento; asimismo hay mayor hiperpigmentación, mayor riesgo de eritema y carcinogénesis con respecto el UVB de banda estrecha (UVB-BE). Por el último motivo, se aconseja limitar el número de sesiones de PUVA a 200 en toda la vida.
Las contraindicaciones relativas de la PUVA-terapia son la edad inferior a 10 años, antecedentes personales de cáncer cutáneo, cataratas, disfunción hepática significativa, la gestación (pese a que no hay evidencia de teratogenia) y la toma de fármacos potencialmente fototóxicos3.
Se fundamenta en el uso de la radiación UVB restringida los 311 nm de longitud de onda, excluyendo de esta manera la radiación situada por debajo de 300 nm, de gran potencial eritematógeno pero no terapéutico y que sí estaba presente en las lámparas de UVB de banda ancha (290-320), ampliamente utilizadas a finales del siglo XX3.
A grandes rasgos, la terapia UVB-BE tiene una eficacia comparable al PUVA, y es menos eritematogénica. Por lo tanto, presenta un mejor perfil de seguridad8.
La principal indicación de la terapia con UVB-BE es la psoriasis, aunque se han descrito otras indicaciones (tabla 4). En la tabla 5 se muestran todas las enfermedades potencialmente tratables con radiación UVB-BE. Cabe destacar que es la fototerapia deelección en el embarazo.
INDICACIÓN | CONSIDERACIONES |
Psoriasis en placas moderada y extensa |
|
Dermatitis atópica |
|
Vitíligo |
|
Parapsoriasis en placas y linfoma cutáneo
de células T |
|
Erupción polimorfa lumínica |
|
Alopecia mucinosa
Dermatitis atópica Dermatitis seborreica Dermatosis perforantes Enfermedad de injerto contra huésped Erupción polimorfa del embarazo Foliculitis eosinofílica Fotosensibilidad inducida por fármacos Granuloma anular Hidroa vacciniforme Liquen plano Papulosis linfomatoide Pitiriasis liquenoide aguda (PLEVA) y crónica (PLC) Pitiriasis rosada de Gibert Pitiriasis rubra pilar Porfiria eritropoyética Prúrigo actínico Prúrigo nodular Prurito acuagénico Prurito asociado a la policitemia vera Prurito urémico Psoriasis Urticaria crónica Vitíligo |
Las contraindicaciones relativas son similares a las del PUVA.
La terapia con UVB-BE se planifica, de la misma manera que con el PUVA, siguiendo un protocolo basado en el fototipo del paciente, recomendándose incrementos por sesión de entre 10-20%. La frecuencia de las sesiones suele ser entre 2-3 por semana, pudiendo llegar hasta a 5 en el caso de la psoriasis3. La dosis máxima alcanzada es mayor que en PUVA (400-5000 mJ/cm2), ya que la longitud de onda es inversamente proporcional a la energía, y la UVB tiene una longitud de onda menor que la UVA. Se ha establecido un máximo de 400 y 1200 sesiones durante toda la vida, siendo mayor que en PUVA por menor riesgo carcinogénico3.
La terapia UVB-BE comparte efectos indeseados con la PUVA-terapia, siendo más frecuente en ésta última el eritema y la carcinogénesis. Asimismo, en la UVB-terapia no existe riesgo de hepatotoxicidad ni de intolerancia digestiva pues no requiere de la administración previa de un fármaco por vía oral.
Pese el efecto barrera de la atmosfera que impide la penetración de la radiación UVC y de la mayoría de la radiación UVB, en la superficie terrestre puede detectarse radiación ultravioleta (RUV) cuya longitud de onda es superior a 290 nm y que puede ser absorbida por moléculas biológicas (ADN, proteínas y lípidos), lo que genera una serie de cascadas moleculares intracitoplasmáticas que lesionan las células desprotegidas14. Dichas moléculas encargadas de absorber la RUV se denominan cromóferos, siendo el ADN el principal en el caso del UVB. La profundidad que la RUV alcanza y su efecto biológico es directamente proporcional a su longitud de onda. Mientras que el UVA llega hasta dermis (incluyendo su porción profunda), el UVB se absorbe mayoritariamente en la epidermis14. La capacidad de la RUV a generar quemadura es directamente proporcional a su longitud de onda, siendo los 300 nm el rango de mayor eritematogenicidad14.
Fitzpatrick clasificó los fototipos cutáneos (I-VI) en función de la dosis mínima eritematosa (MED), que se describe como la menor dosis de RUV capaz de generar eritema en una persona. A mayor fototipo, mayor será la MED necesaria para provocar eritema.
Tras una exposición prolongada a RUV, acompañando al eritema pueden aparecer edema y formación de vesículo-ampollas y sintomatología sistémica como mal estado general, distermia y escalofríos. Posteriormente, aparecerá descamación y prurito durante días incluso semanas. La presentación clínica de las quemaduras de la piel depende de la profundidad de éstas. En la tabla 6 se resumen los cuatro grados existentes, que también son aplicables a las quemaduras térmicas.
GRADO | CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS |
Primer | Superficiales (implicación epidérmica). Se presenta n con dolor y eritema. A los
pocos días se resuelven dejando descamación fina y sin formación de cicatrices. |
Segundo | Espesor parcial (implicación dérmica). Se subdividen en 2 variantes:
|
Tercer | Espesor total (pandérmicas). Presenta necrosis coagulativa, carbonizadas, no
blanqueadas e insensibles. Todas ellas curan dejando cicatriz. |
Cuarto | Afecta a tejido celular subcutáneo, fascia y músculo. |
La gravedad de las lesiones se basa en la profundidad y la extensión en la superficie corporal. El área afecta se calcula siguiendo la “regla de los nueves”, dividiéndose el cuerpo en 11 áreas cada una de las cuales supone un 9% o un múltiplo de nueve (figura 2):
Dicha regla no es útil en pacientes pediátricos, pues las proporciones corporales son muy dispares en función de la edad del paciente. Una quemadura se considerará leve cuando afecte menos de un 10% de la superficie corporal y sea de primer o segundo grado. Será considerada grave cuando afecte entre un 10 y un 30% de la superficie corporal, independientemente del grado de profundidad de ésta. Finalmente las muy graves son aquellas que abarcan más del 50% de la superficie corporal15.
El único método preventivo es el uso de métodos físicos y químicos de fotoprotección (gorras, cremas…). Una vez aparece el eritema, se recomienda el uso de cremas emolientes y la toma de antiinflamatorios no esteroideos, que deberán administrarse cuanto antes para que sean efectivos14. Es conveniente la aplicación inmediata de frío, y puede utilizarse un corticoide tópico de baja potencia mientras que la quemadura no haya producido ampollas. Las consideradas graves o muy graves precisarán de ingreso para soporte hidroelectrolítico y tratamiento antibiótico profiláctico por disfunción del mecanismo de barrera de la piel.
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