La piel también es importante
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22 septiembre, 2020“Un día sin reír, es un día perdido”. Eso es lo que tuvo que pensar Angie Rosales, fundadora de la asociación Pallapupas, cuando decidió poner en marcha este proyecto hace 20 años. Al igual que Charles Chaplin, autor de la frase, Angie consiguió hacer del trabajo de payaso su vida. Pero a diferencia del actor, ella se dedica desde el año 2000 a trabajar en hospitales, algo que le ha cambiado su vida por completo.
Desde su creación, la asociación Pallapupas ha ayudado a más de 170.000 personas y ya está presente en 14 hospitales y centros de salud de Cataluña. “No solo trabajamos por mejorar la calidad de vida de pacientes infantiles, sino también de pacientes adultos, ancianos y familiares”, señala la directora de comunicación de Pallapupas, Yolanda Portero.
El objetivo de esta asociación es mejorar el estado emocional de los pacientes a través del humor y del teatro, de manera que les sea más sencillo poder afrontar las adversidades que se les presentan. Para ello, convierten los hospitales en espacios más amables y llenos de vida con un método artístico propio, individualizado y adaptado a las necesidades físicas y psíquicas de cada paciente y sus familiares, respetando los protocolos médicos en todo momento. Con su labor, contribuyen a la humanización de los procesos hospitalarios y a la prevalencia de la persona por encima de la enfermedad.
Las personas que trabajan en la asociación como “pallapupas” son profesionales de las artes escénicas. Además, reciben formaciones médicas, psicológicas y específicas sobre el ámbito hospitalario, para que comprendan el medio en el que van a desarrollar su actividad y puedan adaptar sus intervenciones a las necesidades de los pacientes. También, trabajan codo con codo con el personal sanitario como si fueran un solo equipo, con el objetivo de que la estancia en el hospital, la intervención quirúrgica y los cuidados puedan convertirse en una experiencia positiva para los enfermos.
El trabajo solidario que hacen en Cataluña, la gran cantidad de pacientes y familiares a los que han ayudado y la asistencia que prestan a los profesionales sanitarios para hacer de los hospitales un lugar mejor fueron valorados por la Fundación Piel Sana de la AEDV que premió esta labor con uno de los premios solidarios que otorga durante la celebración del Congreso Nacional, en este caso el pasado año en Barcelona.
“Gracias al premio podremos visitar a 214 niños hospitalizados”, ha agradecido la directora de comunicación. No obstante, su labor se ha visto alterada, que no paralizada, en cierta manera por la pandemia de coronavirus. En un momento, en el que las visitas a los hospitales están restringidas, los Pallapupas se han visto forzados a detener sus intervenciones presenciales. Pero, para hacer frente a la situación generada por el coronavirus, ha puesto en marcha la Operación Contagio.
La Operación Contagio consiste en una serie de vídeos online con el fin de contagiar sonrisas y que todo el mundo pase un buen rato. Estos vídeos fueron grabados por cada pallapupa durante el confinamiento, desde su casa, afrontando diferentes situaciones de su vida entre cuatro paredes.
También crearon cápsulas con contenidos específicos para cuidadores y personal sanitario, para reducir la angustia y el miedo que produce un ingreso o una operación a un niño, o las pensadas para reducir la sensación de tiempo de espera. Además, hicieron sesiones en directo a través de Instragram LIVE, cada martes y viernes a las 12 horas.
La labor que están llevando a cabo en los hospitales está teniendo grandes resultados. No solo mejora el ambiente de los hospitales, sino que los enfermos y sus familiares realmente ven como mejora sus estancias en los centros sanitarios y su calidad de vida.
Esta mejora en la calidad de vida la han podido medir a través de estudios científicos que han evaluado el impacto del programa Pallapupas en pacientes pediátricos y adultos. “Logramos reducir la sensación del miedo un 52%, mejoramos un 43% el estado de ánimo de los pacientes y estos se sienten un 79% más alegres”, ha apuntado Portero.
Los beneficios también se notan en los familiares de los enfermos y en los profesionales sanitarios. Han conseguido disminuir un 92% la percepción del tiempo de espera, reducir la ansiedad de los familiares un 54% y mejorar la relación médico-paciente un 80%.
Los Pallapupas visitan anualmente a 65.500 personas en Cataluña.