Euromelanoma 2016, Campaña para prevenir el Cáncer de Piel
11 abril, 2016Enfermedades de la piel en la mujer
11 abril, 2016Por las Dras. Elia Roó, Coordinadora del GEDET (Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica) de la AEDV, y la Dra. Berta Pérez, ambas son miembros de la de la AEDV.
El boom de los procedimientos estéticos no quirúrgicos comenzó en los años 90 con la llegada de los peelings de ácido glicólico, los rellenos de ácido hialurónico, el uso estético de la toxina botulínica y los primeros láser de depilación y rejuvenecimiento. Han pasado más de veinte años y algunos de ellos continúan siendo los tratamientos más realizados por su eficacia y seguridad.
Toxina botulínica: lifting sin cirugía.
Su indicación: Los resultados más satisfactorios se obtienen en el tratamiento de arrugas de expresión. Habitualmente se trataba el tercio superior del rostro: entrecejo, frente y región periocular; actualmente ya no se corrige una zona aislada, sino varias, se busca armonizar los gestos. Para ello también se trata el tercio inferior buscando relajar los músculos depresores de la cara (de la boca, del septo nasal, el mentón y el platisma), y aumentar la acción de los músculos elevadores (óvalo, nariz y mejillas), logrando un efecto lifting sin cirugía. También se puede utilizar en los maseteros para afinar el rostro y combatir el bruxismo.
Duración: Aunque su efecto es transitorio (cada 4-6 meses), su aplicación es fácil y poco traumática.
Así no: Los resultados deben conseguir un aspecto natural y relajado y no una expresión congelada. Los problemas que pueden surgir son las asimetrías y movimientos poco naturales, visibles al gesticular o estornudar, por ejemplo. Pero las posibles complicaciones son reversibles, lo que hace que se trate de un procedimiento muy seguro.
Rellenos reabsorbibles: Reposicionar sí, hinchar no.
Su indicación: Permiten reposicionar el volumen perdido remodelando el contorno facial y corregir las arrugas finas alrededor de los ojos y los labios. El relleno se aplica través de inyecciones intradérmicas para revitalizar el colágeno, o subdérmicas, más profundas, para reponer volúmenes. Existen varias sustancias de relleno reabsorbibles: ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica, ácido poliláctico, policaprolactona, o la grasa autóloga extraída de otra zona corporal. El más utilizado es el ácido hialurónico. Se trata de una sustancia natural presente en todos los organismos vivos y en nuestro cuerpo; puede retener grandes cantidades de agua, su uso es ideal para dar volumen y lubricar los tejidos. Está indicado para el tratamiento de depresiones o arrugas, para aumentar el volumen de pómulos, mentón o labios, perfilar los labios y tratar ojeras.
Duración: Entre 6 y 12 meses.
Así no: Cuando está mal aplicado un relleno el resultado puede ser un exceso de volumen, o que este se desplace.
Peeling químico: Piel nueva.
Su indicación: Elimina capas de piel de forma más o menos profunda según el ácido empleado para favorecer la renovación cutánea, aclarar manchas, aportar luminosidad y corregir el acné y sus secuelas leves. Consiste en la eliminación de distintas capas de la epidermis mediante la aplicación de un agente químico irritante o cáustico; las capas de la piel superficiales son sustituidas por otras nuevas de mejor calidad, con menos manchas y arrugas, mejor textura y más luminosa. Según su profundidad se clasifican en:
Superficiales: Son los más utilizados. Atenúan las cicatrices leves originadas por el acné, cierran los poros, corrigen las arrugas finas y aportan uniformidad al tono de la piel. Se realizan fundamentalmente con alfa-hidroxiácidos (glicólico, láctico, mandélico), betahidroxiácidos (ácido salicílico), ácido retinoico, fenol modificado, ácido tricloroacético al 10-15%. Se necesitan entre 4 y 6 sesiones para lograr un resultado óptimo. Para tratar el melasma existen varias fórmulas de mascarillas despigmentantes que combinan el ácido retinoico y sustancias despigmentantes que generalmente, se aplican en una sola sesión.
Medios: Están indicados para un envejecimiento solar más avanzado ya que actúan sobre las arrugas finas y de profundidad media y para controlar las manchas producidas por el sol. También se realizan como paso previo o complemento de muchos tratamientos dermatológicos. Se emplean mascarillas de ácido tricloroacético al 11 y 16% o la solución de ácido tricloroacético del 35% al 50%.
Profundos: Consiguen actuar sobre las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas solares y queratosis. También induce la retracción de la piel, lo que ayuda a mejorar la flacidez. El más empleado es la solución de fenol de Baker-Gordon. Sin embargo, es mucho más agresivo y con un tiempo de recuperación largo y solo debe ser realizado por dermatólogos muy entrenados.
Los nuevos láser, tratado de no agresión.
Láser Q-Switched: Trata las manchas solares (lentigos) originados por el fotoenvejecimiento, que pueden remitir con sólo una sesión. Permite, además, eliminar tatuajes (sobre todo colores negro y azul oscuro), en cuyo caso se requiere mayor número de sesiones, recomendándose espaciarlas entre 6 y 8 semanas.
Láser de colorante pulsado: Para el tratamiento de lesiones vasculares (arañas, rosácea o cuperosis), nos permite destruir de forma selectiva determinados vasos sanguíneos. Normalmente son necesarias dos o tres sesiones.
Láseres fraccionales: Son una de las nuevas tecnologías que permiten mejorar la textura de la piel envejecida y corregir cicatrices de acné al incrementar la producción de colágeno, con una recuperación mucho más rápida que con otros láseres más invasivos, permitiendo que el paciente continúe con su rutina diaria. El tratamiento completo suele ser entre 4 o 5 sesiones. Cada sesión tiene un coste entre 250 € a 600 €, según la extensión de la zona a tratar.
Luz Pulsada Intensa: Los nuevos dispositivos de IPL nos permiten corregir tanto las lesiones pigmentadas como las lesiones vasculares propias del fotoenvejecimiento, aportar luminosidad y unificar el tono de la piel. Se recomiendan entre 3 y 5 sesiones con 4 semanas de intervalo y los resultados se perciben a partir de la segunda sesión.
¿Qué es lo que realmente funciona?
Los mejores resultados se consiguen combinando los tratamientos de forma individualizada según las necesidades de cada paciente y en manos de un dermatólogo experto.
Los meses de primavera son un buen momento para, poco a poco, preparar la piel de cara al buen tiempo. El principal objetivo es conseguir una buena hidratación y elasticidad cutánea. Estos son los procedimientos elegidos:
Mesoterapia con Ácido Hialurónico:
Ideal para cara, cuello y escote, con el fin de potenciar la hidratación, sobre todo en pieles maduras. El Ácido Hialurónico no reticulado mantiene una trama acuosa densa a nivel dérmico. Se aconsejan entre tres y cuatro sesiones de mesoterapia, con una periodicidad mensual.
Plasma rico en plaquetas:
Con el fin de rejuvenecer el cutis, podemos inducir la formación de colágeno de una manera natural. El plasma rico en plaquetas se obtiene a partir de la propia sangre del paciente, mediante un proceso que incluye el centrifugado de una muestra, de la cual se extrae dicho plasma y se aplica en rostro, cuello y escote con microinyecciones. Se recomiendan entre tres a cuatro sesiones al año. A diferencia de los tratamientos con láser, puede realizarse en meses de mayor exposición solar sin efectos secundarios, siendo una buena alternativa en los meses previos al verano.