Toxina botulínica, usos revolucionarios
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14 septiembre, 2016¿Qué es en realidad una urticaria?
La urticaria es un trastorno dermatológico que se caracteriza por la aparición de ronchas en la piel. La característica principal de la urticaria es que esas ronchas son fugaces, es decir, duran muy poco tiempo, normalmente pocas horas y nunca más de 24. Es un proceso muy frecuente y se calcula que hasta un 20% de la población general lo padece en algún momento de su vida.
El angioedema se refiere a un tipo de urticaria que se manifiesta como un edema más profundo, frecuentemente en labios, párpados y mucosas.
Hay muchos tipos de urticaria y al contrario de la creencia generalizada, muy rara vez son debidas a una reacción alérgica. Un porcentaje importante de las urticarias son agudas (es decir, las ronchas van y vienen durante un periodo menor de 6 semanas), pero otras son crónicas y pueden durar meses o años. El dermatólogo es el especialista de referencia para el manejo de esta patología, tanto para su diagnóstico como para su tratamiento. Hay que reseñar aquí dos hechos importantes:
¡Ojo con los corticoides!
- La mayor parte de los pacientes con urticaria no obtienen beneficio alguno por realizar pruebas exhaustivas o complejas (por ejemplo pruebas alérgicas). Estas solo están indicadas en algunos subtipos muy específicos de urticarias.
- La mayoría de los pacientes no necesitan tratamiento con esteroides (cortisona) por vía oral, al menos de manera mantenida, existiendo otras opciones terapéuticas eficaces y con un muchos menos efectos secundarios.
Parecen, pero no lo son
Una sesión en la que se abordará la revisión de unas enfermedades cuya característica común es que se manifiestan en la piel con lesiones urticariformes, es decir, con lesiones que se parecen en mayor o menor grado a una urticaria (parecen ronchas). Aunque son enfermedades muy poco frecuentes, hay que conocerlas, pues su manejo es diferente. A pesar de que cada proceso es distinto, hay una serie de indicios que deben alertar al médico acerca de la posibilidad de encontrarnosante uno de estos casos:
- que las lesiones duren más 24 horas.
- que se inicien en la infancia y se mantenga a lo largo delos años.
- que sea familiar, es decir, que otros miembros de la familia presenten un cuadro similar.
- que tras la desaparición de las ronchas queden “marcas” o manchas.
- que los brotes de ronchas se acompañen de fiebre, dolores articulares o musculares, inflamación de los ganglios, dolor abdominal, diarrea o de otros síntomas no exclusivamente dermatológicos.
- que los brotes tengan lugar en relación con el ciclo menstrual o con la exposición al frío.
- alteraciones en la analítica de sangre y orina.
Muchos de estos trastornos no se han descrito hasta fechas relativamente recientes. Un hecho llamativo es que su terminología resulta compleja, incluso para muchos médicos. (Como los síndromes de Schnitzler, el hipereosinofílico, el periódico asociado al receptor del factor de necrosis tumoral (o TRAPS), enfermedades como la dermatitis autoinmune por progesterona o las asociadas a las criopirinas).
Estas enfermedades, además de afectar a la piel, pueden hacerlo a cualquier otro órgano, aunque los más afectados son las articulaciones, los músculos, el riñón, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso. Son por tanto enfermedades potencialmente graves y es por eso que ante un cuadro cutáneo que recuerde a una urticaria, la consulta con un dermatólogo es más que recomendable para poder realizar un diagnóstico y tratamiento precoces y correctos.