Aplicaciones de la toxina botulínica
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29 julio, 2016De manos a pies:
El proceso natural del envejecimiento y ciertas enfermedades pueden dar como resultado una pérdida del volumen del tejido y de la protección de la estructura ósea, lo que se conoce en definitiva como la sensación de “almohadillado”.
En estos casos, el ácido hialurónico puede ser una solución pero también una medida paliativa. Para ello, en el caso del tratamiento de las manos éste debe infiltrarse en el sitio anterior a las arrugas de la muñeca y se ha de dirigir hacia la zona deseada, aunque también puede inyectarse en los tendones.
Otro uso útil del ácido hialurónico es inyectarlo en la planta del pie para hacer función de almohadilla al apoyar. también puede utilizarse en pacientes con callosidades para reducir los puntos de contacto y así paliar el dolor y el riesgo de úlceras.
Orejas y nariz:
Con el paso del tiempo, el lóbulo de la oreja se atrofia y se van formando antiestéticas marcas. Al margen de la cirugía, éstas pueden corregirse con este material de relleno, inyectado directamente en el lóbulo para que se redondee, alise y deje de moestrar descolgamiento. Igualmente pueden tratarse las líneas verticales anteriores a la oreja.
En pacientes que desean mejorar el contorno de la nariz tras operaciones estéticas, el ácido hialurónico también se inyecta con éxito, siempre en cantidades mínimas.
Elevación de la ceja:
El principal objetivo es corregir una mirada triste de una forma sutil y pueden conseguirse leves cambios de posición en la ceja en función de la cantidad de producto inyectada. Es una técnica indolora que se realiza con anestesia tópica o incluso sin ella. Como efecto secundario en ocasiones un ligero edema y del “post-operatorio” habría que señalar la necesidad de llevar un microesparadrapo durante dos días para ayudar a mantener la forma.
Atenuar las ojeras:
Combinando rellenos biodegradables, como el ácido hialurónico con otros permanentes, como el colágeno, se puede lograr un efecto más duradero a la hora de atenuar las ojeras. El primero se inyecta a un nivel más superficial y el segundo a nivel más profundo. El único requisito es que el párpado inferior no tenga bolsas ni esté descolgado.
Como posible efecto secundario, hay que hablar de la formación de moretones, consecuencia de la vascularización y de la fina piel de la zona. También podría formarse algún nódulo si la intervención no se realiza correctamente. Lo mejor en todo caso es llevar a cabo el tratamiento en dos etapas.
Resaltar pómulos:
Para obtener buenos y naturales resultados es necesario infiltrar el ácido hialurónico en el sitio adecuado y en varias capas. No se requiere anestesia o en todo caso de tipo tópica. Como posible efecto secundario, un leve edema que desaparece en pocos días.
Borrar las cicatrices:
Sean consecuencia de una operación o secueles del acné, la “subcisión” ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de las cicatrices. Esta técnica consiste en separar los tejidos para romper las bandas fibrosas de tejido cicatrizal que crean la tensión entre las diversas capas con el fin de ayudar a la formación de nuevo colágeno. Después se inyecta ácido hialurónico.
Publicado en Dermactual de la AEDV.