Diabetes y Piel
1 diciembre, 2016Resumen del Acto de Presentación Fundación Piel Sana en Granada
12 diciembre, 2016Son muchas las personas que aprovechan los días finales del año para hacer un recopilatorio de lo ocurrido a lo largo de este periodo de tiempo.
Este tipo de balances resultan particularmente beneficiosos si se reconocen los errores cometidos y se trata de corregirlos aplicando medidas realistas. Porque la experiencia demuestra que quienes intentan cambiarlo todo drásticamente, lo normal es que no cambien nada.
Si cada año se corrigiera un solo error importante, nuestra vida iría ganando en calidad y sabiduría a lo largo del tiempo.
Sería bueno apuntarse a esta dinámica en el ámbito de la dermatología.
Si cada año fuéramos capaces de eliminar alguno de los errores frecuentes en la vida de cada cual, no cabe duda de que mejoraría mucho la salud individual y, consecuentemente, la colectiva.
– Para algunos bastaría con eliminar este año la propensión a seguir el peligroso autodiagnóstico o los consejos del amigo para abordar cualquier problema en su piel.
– Para otros resultaría muy conveniente corregir la tendencia a confiar la salud del miembro más extenso de su cuerpo a vendedores de soluciones rápidas sin el adecuado respaldo científico.
– Algún grupo de personas haría muy bien si consultaran al dermatólogo esas pequeñas manchas a las que nunca dan importancia.
– Y todos ganarían mucho en tranquilidad (y seguro que también acabarían ahorrando dinero) si reservaran en su calendario una fecha para la visita periódica al dermatólogo.
Desde un planteamiento estrictamente lógico, resulta bastante sorprendente que, dada la creciente incidencia de los problemas relacionados con la piel, una parte considerable de afectados renuncien a poner su caso en manos del especialista adecuado.
Y lo es más aún, si se tiene en cuenta que, año tras año, los esfuerzos de los investigadores y la generosidad inversora de la industria proporcionan nuevos y eficaces avances para tratar unas afecciones cada vez más complejas.