El tabaco también es dañino para la piel
28 noviembre, 2023Sarna – Escabiosis
14 diciembre, 2023Es costumbre tradicional, cuando termina el año, hacer balance del tiempo transcurrido, con el loable fin de corregir errores y perfilar mejoras a ejecutar en los próximos doce meses. Un buen ejemplo de la deseada eficacia pudiera ser el control de los muchos excesos que suelen producirse en las inminentes fechas navideñas y que tan perjudiciales resultan para la salud del cuerpo, incluida la de la piel.
En este repaso, debemos preguntarnos, en primer lugar, si hemos sido o no constantes en un comportamiento a diario que fuera capaz de asegurar una suficiente hidratación de la piel. De la misma forma que el estómago necesita recibir alimentos o aire los pulmones, el órgano más extenso de nuestro cuerpo necesita de una buena hidratación para preservar un estado saludable. Y reacciona frente a los descuidos y carencias, como lo hacen el estómago o los pulmones, no reciben la dieta o el oxigeno necesarios. Todas estas agresiones irán dejando huella en el organismo e influirán negativamente, en mayor o menor medida, a lo largo de la existencia, sobre todo, en la edad madura, cuando las defensas naturales tienden a debilitarse.
El balance del año suele centrarse, mayoritariamente, en el estilo de vida, tan importante para el mantenimiento de la salud en general y de la piel en particular. Resulta fundamental una dieta equilibrada, junto a un ejercicio físico constante y en consonancia con la edad y la capacidad de quien lo practica. Un factor importante reside en la supresión de hábitos nocivos, como el consumo de alcohol y tabaco. El estrés (sobre todo, si forma parte de la vida cotidiana) es un gran enemigo de la salud, que exige templanza y el equilibrio.
Una visita periódica al dermatólogo (y no sólo cuando la dolencia ha avanzado y complica la eficacia de una satisfactoria curación) podría ser la mejor decisión para cerrar el balance del año que termina. Seguro que la piel sabrá agradecérselo.