Molluscum Contagiosum, tratarlos ¿sí o no?
9 agosto, 2016Lo último en dermatología estética
10 agosto, 2016Se estima que aproximadamente el 18% de las consultas dermatológicas están dirigidas al pelo, un porcentaje mayor del que ocupan las enfermedades de la piel en general e incluso los relacionados con la cosmética.
La causa más frecuente de caída de pelo es la llamada alopecia androgenética o calvicie común. Se relaciona, como su nombre indica, a una alteración en los andrógenos u hormonas masculinas (no necesariamente tiene que existir niveles de andrógenos alterados en sangre, y suele deberse a un problema de sensibilización a nivel de los receptores del folículo piloso) y a una predisposición genética, siendo más probable en individuos con familiares afectos.
Dependiendo de la carga genética que tenga el individuo, la edad de comienzo, la severidad y la respuesta a los tratamientos van a variar de unos individuos a otros.
La alopecia androgenética ocurre en un 40% de los hombres entre los 18 y los 39 años, y en un 95% de los mayores de 70 años.
También afecta a mujeres, aunque en menor proporción. Cuando aparece en mujeres hay que descartar otros signos de hiperandrogenismo (de exceso de andrógenos) como son el acné, la seborrea o incremento de grasa, y el hirsutismo o aumento de pelo en zonas típicas del varón.
La mayoría de pacientes acuden a consulta cuando ya es muy evidente la calvicie. El diagnóstico debe ser precoz ya que los tratamientos disponibles son más eficaces si se instauran desde el inicio de la enfermedad.
Eso sí, existen más de 100 tipos diferentes de alopecia, y pueden estar causadas por factores hormonales y genéticos (alopecia androgénica), inmunológicos (alopecia areata), estrés y alimentación (efluvio telógeno), fármacos, enfermedades sistémicas, etc. Por ello, es fundamental un adecuado diagnóstico para seleccionar el mejor tratamiento.
Alopecia androgenética en el varón
Suele iniciarse en la pubertad asociada a un problema de caspa. Esta se debe a un aumento de la producción de grasa que se adhiere al pelo formando en ocasiones verdaderas placas (pitiriasis esteatoide). Paralelamente, se produce un retroceso de la línea de implantación frontal, las llamadas “entradas”.
El pelo en este tipo de alopecia no completa su ciclo de crecimiento, se cae más precozmente, y cuando vuelve a salir lo hace más fino y más corto, y así progresivamente, hasta que ese pelo se convierte en vello, y en último lugar en cicatriz. Los pacientes notan un pelo más delgado, más fino (pelusilla) y menos densidad. Al inicio sólo en las entradas, y después afecta a la zona frontal, interparietal y de la coronilla. Esta evolución se puede representar en los distintos estadios según la clasificación de de Hamilton-Norwood, de uso en USA y la de Ebling, que empleamos en Europa.
¿Cómo se diagnostica?
El dermatólogo es el especialista que se encarga de las enfermedades del cabello, y es quién tiene a su disposición todos los medios para un diagnóstico correcto. Incluye:
- Exploración clínica general y específica del cabello. Clasificación clínica según los patrones establecidos.
- Examen con videomicroscopio / dermoscopia para valorar signos específicos de la alopecia androgenetica. Principalmente la proporción de cabellos miniaturizados (cabellos finos) en cada zona del cuero cabelludo.
- Examen al microsocpio óptico de una muestra de cabello para observar el extremo distal (la raíz) que nos orienta sobre la proporción de cabellos en las diferentes fases del ciclo capilar.
- Examen con fototricograma. Sistema digital de análisis del cabello.
De acuerdo a esta valoración se propone el tratamiento a seguir.
¿Qué esconde la alopecia androgenética? Pautas:
La alopecia androgenética (AGA) o calvicie común ha sido considerada desde siempre como un problema puramente estético y de afectación de la imagen personal. Con el avenimiento de la ciencia se ha solucionado en parte este problema, y si se instaura un tratamiento eficaz desde el inicio podemos detener el proceso en un alto porcentaje de casos. Sin embargo, la AGA deja de ser una alteración estética y se convierte en un marcador de otras enfermedades asociadas.
Si conocemos estas comorbilidades asociadas, se podrá hacer prevención en estos pacientes:
- 1-Hiperplasia benigna y Cáncer de próstata: Las personas con AGA tienen un mayor riesgo de padecer hipertrofia benigna de próstata.
- 2-Riesgo cardiovascular / Síndrome metabólico: La alopecia precoz del vertex es un marcador temprano de ateroesclerosis, riesgo cardiovascular y síndrome metabólico en varones. Igualmente, en mujeres se ha confirmado la asociación entre la aparición temprana de la AGA y la alteración del perfil lipídico y riesgo cardiovascular.
- 3-Urolitiasis:Los pacientes de menos de 60 años con alopecia androgénica tienen un riesgo significativo de padecer uroliatiasis y este riesgo es mayor cuanto más avanzada está. Por tanto, se recomienda en todo paciente con alopecia androgenética, más si es de aparición precoz:
- Medida de la tensión arterial.
- Determinación análisis de colesterol y triglicéridos, y glucemia.
- Dieta y ejercicio si hay obesidad.
- Control de PSA (antígeno prostático).
¿Hay tratamiento eficaz?
En la actualidad la alopecia androgenética tiene tratamiento eficaz. Lo más importante es hacer un diagnóstico correcto y en base a ello proponer tratamiento, que dependerá del tipo de alopecia, si es hombre o mujer, del grado en el que esté la calvicie, y cómo no, del grado de preocupación del paciente. No todos los pacientes viven igual su alopecia, y en determinados casos, el paciente ha aceptado su condición de ser calvo sin darle importancia, y no sería necesario hacer tratamiento.
El minoxidil tópico y el finasteride oral (que actúa como fármaco antiandrógeno) son los tratamientos que han demostrado eficacia en el tratamiento en hombres. Otros tratamientos se pueden considerar como adyuvantes en el tratamiento base, con unas respuestas más o menos variables en la densidad total y en el aspecto del cabello.