Maquillaje terapéutico
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17 enero, 2017¿Qué tipos de cicatrices atróficas y marcas de acné hay? ¿Por qué se forman?
Las cicatrices atróficas de acné son la consecuencia estética más frecuente de este trastorno cutáneo, y consisten en depresiones más o menos profundas en las zonas donde existieron lesiones inflamatorias.
Según su morfología se clasifican en onduladas (rolling, cuando tienen forma de dunas del desierto), en furgoneta (boxcar, cuando aparecen depresiones profundas de más de 1mm de diámetro) o en pica-hielos (ice-pick, cuando aparecen agujeros profundos de menos de 1 mm de diámetro).
La existencia de las cicatrices atróficas por acné es debida al defecto en la cantidad y posicionamiento de las fibras de colágeno de la dermis, que intentan reparar el tejido y cubrir una solución de continuidad causada por las lesiones inflamatorias del acné.
¿Qué tratamientos hay para las marcas y cicatrices de acné?
Todas las terapias existentes para las cicatrices de acné tienen como finalidad aumentar la síntesis de colágeno para que éste rellene los defectos de sustancia propios de la atrofia.
Existen dos enfoques básicos del tratamiento de las cicatrices atróficas de acné: aquellas que se basan en una acción ablativa, y aquellas que poseen una acción no ablativa.
Entendemos por ablación a una lesión –sea cual sea su origen– que elimina una parte de la piel y provoca un nuevo proceso de cicatrización a partir de capas más profundas de la piel.
Los métodos ablativos incluyen los peelings medios y profundos (ácido tricloroacético y fenol, respectivamente), las dermoabrasiones (con fresa o arena) y los sistemas de láser ablativos (láser de CO2 o de erbio).
El fundamento de los sistemas ablativos es destruir química o físicamente las capas superiores de la piel para que un nuevo tejido regenere las áreas afectadas.
En este sentido, todos los sistemas ablativos ocasionan una herida (erosión o úlcera según su profundidad) a modo de quemadura, por lo que aparecerán heridas y costras tras la terapia.
Estas costras permanecerán en el área tratada hasta que se regenere completamente el tejido, por lo que el paciente deberá tener extrema cautela mientras dure el proceso de cicatrización (fotoprotección, reducción del ritmo de vida habitual, profilaxis con antivíricos y/o antibióticos orales, analgésicos).
Aunque la efectividad de las terapias ablativas suele ser muy elevada, el periodo de recuperación posterior al acto (desde semanas hasta unos seis meses) y el riesgo de efectos adversos (dolor, eritema permanente, infecciones, cicatrización anormal) son los inconvenientes principales de este grupo de tratamientos.
Por su parte, los sistemas no ablativos intentan regenerar el colágeno sin ocasionar una lesión directa de la piel.
Entre ellos destaca el láser fraccionado no ablativo, que permite impactar en la dermis respetando las capas superficiales de la piel, por lo que no forma costras ni heridas, ni existe un periodo de baja tras la realización del procedimiento.
Así como los sistemas ablativos en una única sesión consiguen una mejoría muy intensa de las cicatrices, el láser fraccionado no ablativo requiere la realización de varias sesiones (6 – 8) para conseguir el mismo efecto.
En la actualidad consiste en el tratamiento riesgo/beneficio/comodidad la alternativa con mayor entidad. Existen otros sistemas parecidos como la radiofrecuencia.
En la actualidad es posible combinar técnicas ablativas y no ablativas para tener las ventajas de ambos procedimientos: conseguir un resultado relativamente rápido sin sufrir un periodo de recuperación prolongado y con un bajo índice de efectos adversos.
Así, destacan la técnica FAST(focal acne scar treatment), que consiste en la combinación de láser fraccionado no ablativo usado de forma generalizada en el área afecta con láser de CO2 sólo aplicado en las cicatrices en pica-hielos.
De esta forma se puede reducir la intensidad de las cicatrices ice-pick más rápidamente sin que aparezcan heridas extensas sino sólo alguna costra milimétrica sobre la marca tratada.
En un grupo que cae fuera de las terapias ablativas y no ablativas podemos incluir el relleno con ácido hialurónico, los derma-rollers y el plasma rico en plaquetas (PRP).
La inyección de ácido hialurónico en la porción atrófica de la cicatriz permite la recuperación inmediata del volumen perdido en ese tejido.
Esta molécula absorbe agua y aporta el material necesario para “rellenar” el defecto existente en la cicatriz.
Su efecto dura entre seis y diez meses según el producto empleado, y puede combinarse con otros procedimientos (normalmente no ablativos).
Finalmente, la inyección de PRP puede estimular la generación de colágeno en el propio tejido del paciente. El procedimiento se realiza extrayendo sangre del sujeto, centrifugándola e inyectando en el área afecta la porción sanguínea más rica en factores de crecimiento. Su efectividad es discreta y normalmente debe combinarse con otras técnicas.
Los derma-rollers (o rodillos dermatológicos) son cilindros cubiertos de pequeñas espículas o ajugas que se hacen circular por encima de la piel afectada. Las espículas van perforando la piel hasta la unión dermo-epidérmica o más profundamente de forma repetida y secuencial. Estas decenas de lesiones puntiformes actúan como estímulo para la síntesis de colágeno y se consiguen resultados excelentes, si bien este procedimiento puede resultar doloroso, desagradable porque implica sangrado de cada una de las punciones, y requiere un periodo de recuperación posterior ya que se forman decenas de pequeñas costras y erosiones en la piel tratada.
¿Cuál es el mejor tratamiento para las marcas y cicatrices de acné?
El tratamiento más apropiado para tratar las cicatrices de acné depende de varios factores: tipo y extensión de las cicatrices, localización de las mismas y preferencia del paciente. Por lo tanto, el plan terapéutico debe elaborarse conjuntamente en la primera visita con su dermatólogo/a.
No obstante, los métodos terapéuticos que mejores resultados ofrecen con un alto grado de comodidad para el paciente son la combinación de láser fraccionado no ablativo con láser ablativo sólo aplicado en cicatrices puntuales.