Presentación de las novedades de la Campaña Euromelanoma 2017
17 febrero, 2017La úlcera eosinofílica de la mucosa oral (UEMO)
27 febrero, 2017Tradicionalmente, el acné es un trastorno cuya imagen se asocia estrechamente con la pubertad. Y es cierto que la incidencia en este segmento de edad es elevada, ya que se estima que, entre el 50% y el 95% de los adolescentes de países occidentales, sufre o ha sufrido esta afección. Y también debemos aceptar que la relación entre este trastorno y la adolescencia justifique el apelativo “acné vulgar” con el que se tipifica en dermatología.
Sin embargo, la creciente incidencia del acné entre los adultos, especialmente en el ámbito femenino, exige una gran atención por parte de los dermatólogos.
Nada menos que el 30% de las mujeres mayores de 25 años (frente a un 5-7% de varones) sufre actualmente este trastorno, que debe ser considerado como crónico y que justifica su clasificación como ”acné hormonal” para diferenciarlo del centrado en la pubertad.
Los rasgos diferenciadores del acné hormonal exigen también un tratamiento específico, más orientado a la inflamación que a los comedones, los clásicos puntos negros del trastorno en la pubertad. Hay que vigilar también la propensión a las cicatrices, ocasionada por el hecho de una piel más madura y sensible.
En esta edad adulta influyen también factores desencadenantes o agravantes, como el hábito de fumar, el estrés o la ansiedad.
La ya generalizada incorporación de la mujer al mercado laboral y el endurecimiento de las condiciones provocado por la crisis son elementos que, posiblemente, hayan contribuido a explicar la creciente incidencia de este tipo de trastorno.
El acné (especialmente en la edad adulta) hace imprescindible un tratamiento integral, dada la influencia psico-social de esta afección.
De hecho, las imbricaciones psicológicas resultan, en ocasiones, más graves que las estrictamente clínicas.
Ello vuelve a poner de relieve la importancia de la relación entre médico y paciente, en el contexto de que el dermatólogo es el único profesional específicamente cualificado para tratar un trastorno de amplia incidencia e imbricaciones como es el acné.