Células en lugar de fármacos
3 febrero, 2016¿Por qué rascarse empeora el picor?
3 febrero, 2016La lepra es una enfermedad crónica infecciosa que afecta sobre todo al sistema nervioso, producida por una micobacteria. Ataca al ser humano principalmente y se contagia por el contacto directo y habitual, aunque todavía se desconoce el proceso con exactitud.
Al contrario de lo que se piensa, la lepra no es muy contagiosa, ya que la mayoría de los que incuban la enfermedad no la desarrollan. Las lesiones dependen del estado del sistema inmune del enfermo. En los que tienen una mayor inmunidad, aparecen unas marcas bien definidas y aisladas. Las personas con una inmunidad alterada tienen un mayor número de lesiones y más difusas.
La lepra afecta a zonas como los lóbulos de las orejas, las manos y pies y los testículos, produce afectación sensitiva y motriz e insensibilidad y contracturas, lo cual puede desencadenar traumatismos con heridas.
Aunque la lepra puede ser una patología agresiva, discapacitante y que requiere un tratamiento de varios meses, se puede curar, su pronóstico es excelente y se dan muy pocos casos mortales. Resulta fundamental, eso sí, un diagnóstico a tiempo.
Desde el año 1995, la Organización Mundial de la Salud ofrece una cura gratuita, sencilla y eficaz, para todas las variedades de la enfermedad. En el año 2000 se la consideró eliminada, al alcanzarse la tasa de prevalencia de un caso por cada diez mil habitantes. Dieciséis millones de enfermos se han curado en las últimas dos décadas.
Si se ha podido combatir a la lepra ha sido gracias a las campañas de sensibilización, al trabajo de los servicios sanitarios y a una estrategia mundial que aún trabaja en las zonas más desfavorecidas de África. El pasado día 25 ha sido un buen momento para recordar este trabajo, y lo que queda por hacer.