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El Lupus es una enfermedad, según el dermatólogo Jaime Vilar, “multifactorial, multisistémica y que, en los casos graves, puede poner en peligro la vida de los pacientes”. Además, es de naturaleza autoinmune porque está producida por una agresión de nuestro propio sistema defensivo y, en los casos graves, puede poner en peligro la vida de los pacientes, según informa el dermatólogo Miembro de la AEDV, Jaime Vilar Alejo.
En la actualidad, la supervivencia de los pacientes que padecen lupus sistémico se considera del 90% pasados 20 años del diagnóstico y la prevalencia del lupus eritematoso sistémico ronda entre los 15 y 47 casos por cada 100.000 habitantes, afectando predominantemente a pacientes entre los 17 y los 45 años y lo hace nueve veces más frecuente en mujeres que en hombres”. La sintomatología de la enfermedad es muy variada, “puede afectar a la piel, al sistema osteoarticular, la serie sanguínea o la esfera neuropsiquiátrica, entre otros. No obstante, no todos los pacientes tienen que tener toda la sintomatología”.
De los tipos de lupus conocidos es el lupus eritematoso sistémico el que presenta un pronóstico peor. En cambio, el lupus exclusivamente cutáneo habitualmente tiene un comportamiento benigno, pero un porcentaje de estos pacientes podría evolucionar hacia un lupus sistémico, por lo que deben ser sometidos a un control estrecho. También existen el lupus neonatal y el lupus inducido por fármacos.
Para el diagnóstico del lupus cutáneo se precisa de un dermatólogo con experiencia en el diagnóstico y manejo de este tipo de enfermedades. Las lesiones cutáneas son muy características y, para un dermatólogo habitualmente es sencillo realizar un diagnóstico correcto.
El Dr. Vilar informa que se considera que hay personas que tienen cierta predisposición genética a desarrollar esta enfermedad. De todos modos, hay unos factores desencadenantes entre los que el más importante, describe, es la radiación ultravioleta, es decir, la luz solar. Por ello, a los pacientes con lupus, tanto sistémico como cutáneo, se les recomienda evitar la exposición solar en su mínima expresión.
El diagnóstico de lupus sistémico es más complejo porque requiere cumplir una serie de criterios que pueden ir apareciendo a lo largo de la vida del paciente. No existe una prueba específica para diagnosticar el lupus y obtener un diagnóstico puede ser difícil y puede tardar meses o años. El tratamiento constituye un reto para los diferentes especialistas encargados del manejo del lupus. Obviamente, asegura Vilar, la inmunosupresión es la base del tratamiento de estos pacientes, pero aún no se dispone de un fármaco suficientemente específico para esta enfermedad.
Dada la importancia que presenta la piel en los enfermos con lupus, la presencia del dermatólogo en los equipos multidisciplinares que manejan estos enfermos se considera fundamental, informa Vilar.
Por ello, es primordial realizar un diagnóstico correcto precoz, evitar pruebas innecesarias y, sobre todo, pautar el tratamiento más adecuado para el control de las lesiones cutáneas y anejos que puede provocar esta enfermedad.