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15 enero, 2020La pirámide nasal es una de las zonas de la cara donde con mayor frecuencia aparecen cánceres de piel, inducidos principalmente por la radiación ultravioleta. Se pueden dar, como en cualquier parte del cuerpo, cualquiera de los tres tipos de cáncer de piel que hay: carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide o melanoma. También, pueden aparecer lesiones precancerosas denominadas queratosis actínicas.
Ante el aumento de pacientes con este tipo de lesiones, se han puesto en marcha diversas campañas de concienciación y prevención.
Es importante dar a conocer que este tipo de lesiones pueden aparecer décadas después de haber estado expuestos.
“Ahora se están manifestando los cánceres de aquellas personas que tomaban el sol sin protección solar hace 20 o 30 años” destaca el Dr. Francisco Javier Vázquez Doval, dermatólogo miembro de la AEDV y coordinador junto con el Dr. Pedro Redondo Bellón del curso GECIDERM, dirigido a residentes en dermatología.
Anatómicamente la nariz es muy compleja y es una zona de alto riesgo de que un tumor maligno de la piel no se resuelva de manera satisfactoria. Así, el Dr. Vázquez Doval apunta que “en un principio se puede llegar a transformar en un tumor localmente avanzado, es decir, un tumor que no ha dado metástasis pero que invade estructuras profundas, planos de fusión embrionario, cartílago e incluso el hueso”.
En este sentido, para evitar que un tumor maligno de inicio evolucione a un tumor localmente avanzado, es fundamental tratarlo de manera correcta.
En algunos casos, en lesiones de pequeño tamaño, se pueden tratar mediante terapia fotodinámica o con diversos tratamientos tópicos.
En cambio, cuando estas lesiones llevan tiempo en la nariz y el dermatólogo detecta con claridad que se trata de un carcinoma, la solución es recurrir a la cirugía.
Tal y como apunta el doctor, “la cirugía en la nariz, al ser una zona de alto riesgo, ha de ser una intervención que erradique completamente el tumor en la primera vez”.
Por ello, se realiza una cirugía controlada al microscopio, clásicamente denominada cirugía de Mohs. Se trata de una técnica quirúrgica que permite extirpar tumores cutáneos protegiendo la piel sana alrededor del tumor.
Su aplicación ha supuesto un gran avance en las últimas décadas y gracias a la formación que han recibido los dermatólogos, hoy en día está totalmente implementada en España.
Este tipo de operaciones suele contar con equipos multidisciplinares donde el dermatólogo es el encargado de realizar la extirpación del tumor y posteriormente, intervienen otros especialistas como el cirujano de cabeza y cuello o el maxilofacial para encargarse de la parte reconstructiva más compleja.
Los pacientes que tienen estas tumoraciones son, en general, personas de edad avanzada que se han sometido a una exposición solar prolongada a lo largo de su vida o aquellas que fueron tratadas previamente de manera incorrecta.
“En mi experiencia clínica lo que más opero como cirujano dermatológico es la nariz”, añade el Vázquez Doval.
Cada paciente presenta un caso diferente por ello, según el tipo de tumor y su estadificación, el especialista optará por la solución más efectiva. Cuando hay un cáncer de piel establecido, lo correcto es someterlo a una cirugía y su complejidad dependerá de la dimensión de la lesión.
“Todos aquellos pacientes que no sean subsidiarios a otros tratamientos como la terapia fotodinámica o las soluciones tópicas se deben de tratar quirúrgicamente.
A veces la cirugía no es suficiente y hay que recurrir a otros tratamientos complementarios como la radioterapia u otros nuevos tratamientos que se están utilizando como complementarios en el tratamiento del carcinoma basocelular” concluye el doctor.
A lo largo de dos días (este año el próximo viernes 17 y sábado 18 de enero), se imparte GECIDERM, un curso formativo dirigido a residentes de segundo año en dermatología, organizado por la Fundación Piel Sana de la AEDV y patrocinado por Cantabria Labs.
El objetivo de este curso es formar a los futuros dermatólogos en el manejo de la cirugía para ofrecer un enfoque mínimamente invasivo, gracias al empleo de técnicas quirúrgicas avanzadas.