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5 agosto, 2016Fotoexposición y daño solar
8 agosto, 2016Son muchos los problemas de piel que se pueden desarrollar en la juventud, ya que es una época de cambio y de desarrollo hacia la madurez. Una de las patologías más comunes es el ACNÉ, afirma el Dr. Barabash Neila, quien asegura que “el 78% de la población padecerá acné a lo largo de su vida, siendo la edad máxima de prevalencia de la enfermedad entre los 14 y 16 años”.
El problema, explica, es que “el 40% de los adolescentes con acné se siente acomplejado, y al 49% de los adolescentes les impide una relación fluida con el sexo opuesto”.
Además, asegura que hasta un 32% de las mujeres adolescentes reconocen que el acné les preocupa bastante o mucho y que este porcentaje desciende hasta el 17% cuando nos referimos a la respuesta que dan los varones adolescentes.
En total, el Dr Barabash, del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, especifica que las consultas por acné constituyen el 24% de las consultas dermatológicas, ocupando el primer puesto de las consultas realizadas por pacientes adolescentes, especifica el Dr. Barabash Neila.
¿Qué tratamiento hay que seguir?
El especialista asegura que según la gravedad del cuadro y la edad del paciente se pueden utilizar desde tratamientos tópicos hasta tratamientos sistémicos como los antibióticos o los retinoides orales. Asimismo, se recalca que hay que acudir al dermatólogo en estos casos, que es el profesional adecuado para tratar este tema y el que mejor consejos puede ofrecer al respecto ya que hay muchos mitos sobre el acné.
Algunos de los más frecuentes, explica el médico son:
a) que la exposición solar no mejora el acné ¨secándolo¨: De hecho, hasta en el 32 % de los casos el acné puede empeorar con la exposición al sol.
b) que el chocolate y otras comidas grasas causan acné: Estudios científicos rigurosos no han encontrado evidencias de que algún alimento produzca o empeore el acné. Lo más aconsejable es seguir una dieta equilibrada, sana y variada, rica en frutas y verduras, sin prohibiciones, pero sin abusar de los alimentos grasos o con una elevada carga glucémica, procesados o refinados.