Criolipolisis ¿Aspirar o disolver?
6 abril, 2016Diagnóstico, prurito psico-emocional
6 abril, 2016Fuente: Dermactual AEDV con la opinión de 2 dermatólogos la Dra. Sara López Martín-Prieto y la Dra. Ana Pérez Bernal.
Con la llegada de los materiales de relleno permanentes de nueva generación, vuelve a reabrise el viejo debate sobre la conveniencia o no de utilizarlos a la hora de trabajar los volúmenes del rostro, engrosar unos labios finos y desdibujados o rellenar las arrugas y líneas de expresión.
¿Permanentes o reabsorbibles?, ¿para toda la vida o con “fecha de caducidad” y formulados para que su efecto sólo dure unos cuantos meses?
Probablemente, los pacientes más temerosos y cautos seguirán prefiriendo los materiales de relleno que desaparecen gradual y paulatinamente pasados unos meses. Sin embargo, los más “lanzados” o aquellos que “repiten” y ya hayan comprobado los efectos del ácido hialurónico sobre sus arrugas, probablemente, comiencen a demandar los implantes permanentes, que no exigen retoques ni nuevos desembolsos de dinero cada X tiempo.
Pero qué opinan los dermatólogos.
Ellos son, en definitiva, los que deben tomar la decisión final y decidirse entre unos u otros. Dos especialistas en dermatología estética debaten sobre los pros y los contras de cada tipo de relleno. Ambas parten de la base de que en dermatología, la característica que mejor define a un implante es la su permanencia en el tejido donde se inyecta, y señalan que atendiendo a esto se pueden clasificarse en dos grandes grupos:
en el primer grupo, los materiales reabsorbibles, que desaparecen por degradación o absorción; en el segundo, los llamados no reabsorbibles o permanentes, que son los productos que sí permanecen en los tejidos inyectados.
El tiempo a favor
Está claro que los materiales de relleno permanentes o definitivos presentan una serie de ventajas sobre los reabsorbibles, siempre que se seleccione minuciosamente al paciente y la experiencia del dermatólogo le permita proceder de forma adecuada.
Elección consensuada
Las especialistas insisten además en el hecho de que la elección final del tipo de material de relleno dependerá siempre, tanto de la predilección y la experiencia del dermatólogo respecto a éste, como de la decisión, la expectativa y las referencias del paciente a tratar. ¡Ustedes eligen!.
Permanentes por la Dra. Sara López Martín-Prieto
Hay cuatro razones que nos pueden llevar a decidirnos por los materiales de relleno permanentes.
- En primer lugar, resultan a medio y largo plazo bastante más económicos al paciente que los rellenos reabsorbibles, pues se emplean sólo en una ocasión. No hay necesidad de repetir el tratamiento periódicamente, por lo que el gasto económico será menor.
- En segundo lugar, el relleno es estable a pesar del paso del tiempo y, por ello, el resultado es uniforme. No se produce merma del producto inyectado, evitando el efecto de decremento progresivo del relleno hasta su desaparición. Un implante y técnica adecuados reducen al máximo el riesgo de migración y percepción del material infiltrado con el paso de los años.
- En tercer lugar, los rellenos permanentes resultan menos agresivos ya que al tratarse de una sesión única o muy escasas, evitamos repetir las infiltraciones cada cierto tiempo, minimizando enormemente las posibles complicaciones de múltiples inyecciones, como infección, hematoma, fibrosis y retracción, lesión neurovascular…
- En cuarto lugar, como los rellenos no sólo tienen finalidades estéticas sino también reparadoras de defectos como malformaciones, asimetrías, cicatrices…, resultan más eficaces al tener mayor capacidad de relleno por su más elevada densidad.
Reabsorbibles por la Dra. Ana Pérez Bernal
Prefiero utilizar rellenos reabsorbibles, a ser posible de larga duración porque presentan menos efectos secundarios y si éstos aparecen son transitorios. Todos los productos no reabsorbibles que se implantan mediante inyección se comportarán como prótesis. Como tal, están sujetos a todos los riesgos y complicaciones de las prótesis, a veces incluso muy tardías. Sin embargo, con las prótesis existe normalmente la posibilidad de extracción en caso de problemas, pero en el caso de los productos inyectados, la extracción puede ser difícil o incluso imposible.
La seguridad de estos productos a largo plazo sólo se podrá establecer con certeza cuando lleven utilizándose clínicamente durante largo tiempo. Los pronósticos a largo plazo en productos de reciente aparición que no llevan ese tiempo en uso son extrapolaciones de datos experimentales que no necesariamente se corresponderán con la realidad en su uso clínico.
Los pacientes también deben tener en cuenta que con el paso de los años los contornos faciales y corporales cambian y que los tejidos blandos pueden variar según se envejece. Los productos permanentes que produzcan un buen resultado inicial podrían resultar menos adecuados o naturales según transcurra el envejecimiento. Todos los materiales implantables de tipo permanente están asociados a un aumento del riesgo de infección y de reacción a cuerpo extraño.
El paciente puede sugerir, pero la última palabra debe tenerla siempre el dermatólogo.