La Fundación Piel Sana de la AEDV presenta “Cuentos Lunares”
10 noviembre, 2021El espejo de la piel
23 noviembre, 2021La resistencia al envejecimiento está en la raíz del ser humano. Ya decía Cicerón que la vejez es un estado al que aborrecemos pero, paradójicamente, al que todos queremos llegar porque su alternativa (la muerte) es mucho peor.
Por mucho que nos resistamos, la vejez es un proceso natural y no podemos detenerlo. Sin embargo, sí está en nuestra mano el aliviar sus efectos negativos, mitigando los achaques y convirtiendo la fase cercana al final de la vida en algo placentero. Algo que, en el caso de la piel, reporta grandes beneficios.
La medicina ha logrado una prolongación de la esperanza de vida espectacular, impensable hasta hace pocos años. Si miramos fotografías de hace cincuenta o cien años, personas que, en esas imágenes, nos parecen ancianas tenían una edad en la que hoy se consideran jóvenes. Y lo mismo ocurre con su piel.
Hoy tenemos muchos recursos para aliviar el envejecimiento del órgano más extenso del cuerpo humano. Pero el cuidado debe comenzar y mantenerse a lo largo de la vida, porque nuestra piel dispone de una muy buena memoria para castigar los excesos y agradecer las atenciones. Si queremos disfrutar de un buen estado en la vejez (no debemos tener miedo a esta palabra), es conveniente un estilo de vida ordenado y saludable, practicando regularmente un ejercicio físico adecuado a nuestra edad y eliminando hábitos nocivos, como el tabaco o el consumo excesivo de alcohol.
Debemos también cuidar mucho la hidratación y la exfoliación, utilizando para ello productos recomendados por el dermatólogo. La prevención es muy importante, por lo que resulta muy conveniente la visita periódica al especialista y la consulta inmediata ante la detección de cualquier anomalía sospechosa en la piel.