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8 julio, 2021La irrupción del coronavirus en nuestras vidas, además de cambiar nuestras rutinas cotidianas, ha enriquecido nuestro lenguaje con la introducción de palabras, hasta hace dos años desconocidas o muy poco usadas y que ahora se han convertido en habituales. Entre los últimos términos incorporados, destaca “maskné”, raíz inglesa rápidamente españolizada y añadida al creciente arsenal de neologismos, cuya utilización empieza a popularizarse en las consultas dermatológicas.
Gráficamente, este nuevo término viene a expresar las huellas en la piel dejadas por el uso de mascarillas. Los dermatólogos conocíamos ya bien este trastorno, como una reacción de la piel ante el uso prolongado de mascarillas, que dificultan la transpiración. El hecho diferencial introducido por la pandemia es que esta afección tradicionalmente se limitaba a unos colectivos que se veían obligados a usar mascarillas por las características de su ocupación laboral y ahora este uso se ha extendido a la población general, ante la necesidad de evitar contagios.
| “La fricción y el roce, unidas a la escasa transpiración y la humedad generada al respirar, generan una proliferación de bacterias”
En su acepción más generalizada, el término “maskné” viene a describir el acné mecánico que provoca el roce continuado por el uso de mascarillas. Esta reacción de la piel suele presentarse en la zona peribucal, en forma de granitos, manchas y espinillas. La fricción y el roce, unidas a la escasa transpiración y la humedad generada al respirar, generan una proliferación de bacterias, que incentivan este molesto trastorno. Tras la mascarilla, se produce un microambiente de humedad, con el que, en ocasiones, colaboran el sudor y algunos tipos de maquillaje. La piel se siente incómoda en este escenario y lo expresa con síntomas como la sequedad, picor o descamación, que se localizan en las zonas de fricción de la mascarilla.
Es cierto que todos estos inconvenientes merecen atención, pero hay que tener en cuenta que el uso de mascarillas constituye una barrera efectiva frente a un contagio que puede ser mortal. Lo que debemos hacer es extremar la higiene y la hidratación y consultar al dermatólogo sobre la forma más eficaz para tratar estos efectos colaterales impuestos por el necesario control de la pandemia.