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2 junio, 2021Un verano singular para la piel
14 junio, 2021Los meses veraniegos se acercan a la par que la caída de las restricciones y los cierres perimetrales de la mayoría de los territorios, de manera que la recuperación del ocio estival y las escapadas a la playa van a estar muy marcadas por las exposiciones solares directas propias de la época. En este contexto, la fotoprotección vuelve a ser esencial y a estar más presente que en cualquier otro periodo del año.
Cabe destacar que tanto la radiación ultravioleta UVB como la UVA inducen daño en la piel, dando lugar a un proceso fisiopatológico que juega un papel importante en el desarrollo de cáncer de piel y en el envejecimiento prematuro. Por tanto, evitar la quemadura es crucial, ya que el riesgo de melanoma en la edad adulta se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras.
| “No se trata de demonizar al sol, sino de tomar conciencia y beneficiarnos de la fuente de vitamina D por excelencia sin asumir riesgos innecesarios”.
Los dermatólogos de la Fundación Piel Sana de la AEDV recuerdan a la población la importancia de establecer unos hábitos adecuados frente a la radiación solar para poder aprovechar sus beneficios y minimizar sus riesgos. Para ello presenta su decálogo de consejos para disfrutar del sol con responsabilidad:
- Utilizar ropa de trama tupida, no elásticos, preferiblemente de algodón y color oscuro.
- Beneficiarse de otros complementos que actúen de barrera, como pueden ser las gorras, los sombreros de ala, los pañuelos o las gafas de sol.
- Evitar la exposición durante las horas centrales del día, es decir entre las 12 y las 16 horas.
- Hacer uso de las sombras: árboles, sombrillas, toldos, etc…
- Evitar quedarse dormido al sol.
- Es fundamental hidratarse por dentro (bebiendo al menos 1,5 litors de agua) y por fuera (aplicando crema hidratante tras la exposición solar).
- Aplicar un fotoprotector solar adecuado a cada tipo de piel y zona específica del cuerpo con un SPF igual o superior a 30 media hora antes de la exposición solar con la piel limpia y seca (sin olvidarse de los labios, las orejas, y el cuero cabelludo).
- Reaplicar el protector solar en abundancia y de manera uniforme cada dos horas o después del baño.
El doctor Agustín Buendía, director de campañas de la Fundación Piel Sana de la AEDV asegura que “no se trata de demonizar al sol, sino de tomar conciencia y beneficiarnos de la fuente de vitamina D por excelencia sin asumir riesgos innecesarios”.