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17 julio, 2020A la hora de exponernos al sol es necesario tener en cuenta algunas variables como la intensidad de la radiación ultravioleta, la época del año o la latitud donde nos encontremos. Pero también, debemos de conocer qué consecuencias puede sufrir nuestra piel cuando estamos tomando un medicamento y nos exponemos a los rayos solares de forma prolongada.
Con la ingesta de fármacos tenemos mayor reacción a la luz del sol y mayor riesgo de sufrir una reacción fototóxica. De tal manera, tomar un medicamento y estar un rato al sol sin ningún tipo de protección puede ser perjudicial para nuestra piel.
Tal y como apunta la Dra. Susana Urrutia, “la radiación solar incide sobre el fármaco, liberando energía que deteriora el ADN y puede provocar lesiones cutáneas como quemaduras en minutos u horas”. También puede generar fotoalergia, debido a que “tras la exposición previa al medicamento y tras exponerse al sol, el fármaco actúa como un alérgeno y ocasiona lesiones tipo eccema, en un plazo entre las 12-72 horas”, añade la doctora Urrutia.
Los más problemáticos
Existen gran cantidad de fármacos comunes que producen fotosensibilidad. Entre ellos se encuentran los antihipertensivos, antibióticos, anticonceptivos, antiinflamatorios no esteroideos (AINES), hipolipemiantes, antiulcerosos, psicofármacos, antidepresivos, retinoides, antifúngicos, antihistamínicos, antivirales y psolarenos.
En términos generales, la cantidad de fármaco ingerida influye en el riesgo de exposición al sol. Así, a mayor dosis de medicamentos que provoquen fototoxicidad o fotoalergia, los efectos son mayores, aunque en algún caso con dosis mínimas se puede producir daño cutáneo.
Entre las reacciones de fotosensibilidad más frecuentes, la doctora Urrutia destaca “aquellas que se manifiestan como eritema y edema, e inclusive vesículas o ampollas, similares a quemaduras en áreas del cuerpo fotoexpuestas”. En este sentido, el sol también puede desencadenar enfermedades latentes como Lupus subagudo con ciertos medicamentos como los antihipertensivos.
A la hora de ingerir medicamentos y exponernos directamente al sol, debemos de tener en cuenta los fotoprotectores con filtros físicos y/o químicos. La protección con métodos físicos incluye un vestimenta adecuada, manga larga y pantalones, además de gorras o pamelas. De igual modo, es importante permanecer bajo sombrillas y aplicar la pantalla solar varias veces al día.
Si a pesar de estas medidas preventivas observamos algún tipo de lesión en nuestra piel, deberemos acudir lo antes posible a un dermatólogo. Este especialista será el encargado de valorar el tipo de reacción, confirmar si está asociada al consumo de un medicamento e indicar el tratamiento más adecuado.