Comunicación dermatológica y promoción de la salud cutánea
4 febrero, 2016Dermocosmética y salud cutánea
4 febrero, 20161.- La piel es un órgano vivo, activo, en constante cambio, que no sólo nos protege del medio ambiente, sino que nos relaciona con nuestro entorno. Sea consciente que los malos hábitos alimenticios, el alcohol, el tabaco, los humos, la falta de descanso… contribuye a la formación de radicales libres. Los radicales libres son parte responsable del deterioro de los órganos a lo largo de la vida y, entre estos órganos, de la piel.
2.- La piel refleja nuestro mundo interior y exterior. El cuidado de la piel debe basarlo en el cuidado integral de su persona: nutrición adecuada, suplementos específicos, ejercicio físico moderado, cuidados cosméticos, actitud positiva y prevención de la enfermedad. Recupere tras un período de excesos el equilibrio necesario que le preserva la salud.
3.- Dieta en griego significa “arte de vivir”. Tras los excesos, vuelva a una dieta equilibrada, rica en frutas y vegetales, cereales integrales en casi toda las comidas, aceites vegetales, pescado rico en grasa, carbohidratos complejos de bajo índice glucémico y proteínas no grasas. Su piel pronto lo notará.
4.- Los antioxidantes ayudan a neutralizar los efectos negativos de los radicales libres sobre la piel. Tras períodos de excesos, tome temporalmente, prescrito por su dermatólogo, suplementos de vitaminas y minerales a base de vitamina C, E y betacaroteno y utilice cosméticos, específicos para su tipo de piel, que contengan antooxidantes de eficacia tópica demostrada como la vitamina C y E.
5.- Tome ácidos grasos esenciales, fundamentalmente omega 3 que encontrarás en el aceite de linaza, de borraja, girasol y frutos secos. Sus beneficios antiinflamatorios, no sólo en procesos dermatológicos, ayudará a disminuir los efectos negativos de los excesos.
6.- Beba de seis a ocho vasos al día de agua, al menos 2 litros al día acompañando a las principales comidas. Preservar la piel de la deshidratación es conservar su resistencia a las infecciones e irritaciones y mantener su aspecto, elasticidad y luminosidad. La piel se hidrata desde el interior y desde el exterior.
7.- Recupere los hábitos de descanso y ejercicio moderado y constante (aeróbico, con estiramientos y peso y fuerza ligeros). Potencie una actitud positiva. Realice al menos una evaluación anual de su salud y los chequeos específicos que se recomienden según edad y sexo.
Los dermatólogos, médicos especialistas de las alteraciones y enfermedades de la piel y el pelo, debemos revisar su piel al menos 1 vez al año.
8.- No olvide que el cuidado de la piel se inicia con una correcta limpieza e hidratación. Hidrate la piel mediante la aplicación de productos cosméticos 2 veces al día. Todas las pieles incluso las grasas precisan ser hidratadas. Cada tipo de piel precisa, según sus características, un hidratante específico. Previo a la hidratación facial use limpiadores suaves que se caractericen por un pH no alcalino y su alta tolerancia.
9.- Un gran cosmético facial es un buen protector solar. Recibimos rayos ultravioleta en cualquier período del año al realizar actividades al aire libre. En general la correcta protección solar nos permitirá realizar cualquier tipo de actividad. Cosméticos de última generación combinan protección solar moderada o alta junto a elementos que hidratan o nutren la piel.
10.- Tras un período de excesos que reflejará su piel, ésta se beneficiará de la renovación. La aplicación de cosméticos con productos queratolíticos a base de acido retinoico o hidroxiácidos, o la aplicación de peeling superficiales o medios realizados por dermatólogos ayudaran a mejorar su salud cutánea.