Celebración de la I Jornada de la Fundación Piel Sana de la AEDV en Madrid
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8 abril, 2024Resulta verdaderamente paradójico el hecho de que, mientras los más previsores organizan, hasta el mínimo detalle, sus vacaciones de Semana Santa, muchos de ellos se olviden de algo tan importante como es la atención al cuidado de la piel. Sin tener que en cuenta que ella también necesita disfrutar de un merecido descanso.
La mayoría de la gente confía en que el periodo vacacional les ayude a reponer fuerzas y aprovechar la liberación de la esclavitud que implican las obligaciones cotidianas para disfrutar de los placeres que ofrece el tiempo libre. Unos piensan en tomar el sol o pasear, otros en leer, oír música o asistir a espectáculos, así como en un sinfín de actividades gratificantes para llenar el ansiado capital del acotado tiempo libre.
Pero, ¿quiénes piensan, en estos gratos días de relax, en procurar las atenciones que exige nuestra piel y en el estrés al que , seguramente, van a someter al órgano más extenso de su cuerpo, que es, además el más expuesto a las agresiones y peligros ambientales?. Porque resulta que, mientras se disfruta de las vacaciones, la piel sufre la exposición solar en la playa, después de un largo periodo de reclusión. Y también la ruptura de las rutinas inherentes al quehacer diario puede conllevar el riesgo de de olvidarse de las tareas necesarias para el cuidado de la piel, tales como la hidratación o la vigilancia de cualquier alteración en su estado.
Debemos tener en cuenta que las vacaciones también deben ser un periodo gratificante para la piel. Por ello, debemos procurar la adecuada protección frente al sol , asegurar la hidratación a diario, y consultar al dermatólogo ante cualquier incidencia que afecte a un órgano que, por su extensión y capacidad para aflorar desequilibrios, debe ser objeto de especial vigilancia.
Como se hace con tantos aspectos en la organización de las vacaciones, sería conveniente consultar previamente con el dermatólogo sobre la estrategia más eficaz para el cuidado de la piel. Sería lamentable que este ansiado periodo de descanso fuera arruinado por algunos percances (inflamaciones, ampollas, quemaduras…) fácilmente evitables. Y no debemos olvidar que los excesos de ahora podemos lamentarlos en el futuro, ya que este órgano tiene muy buena memoria.