¿Qué hacemos con las células madre embrionarias?
3 febrero, 2016Compromiso con la investigación
3 febrero, 2016El cáncer de piel, uno de los más comunes, “es altamente frecuente, tarda tiempo en desarrollarse y es curable siempre y cuando establezcamos un diagnóstico temprano.
Por tanto debemos tener claro que nadie debería morir de un cáncer de piel”.
Por ello, es importante hacerse chequeos y prevenir ante cualquier duda que se pueda tener ya que un diagnóstico prematuro en esta enfermedad es fundamental. Dentro del cáncer cutáneo podemos distinguir dos formas distintas, incide el experto:
- Tumores que derivan del epitelios.También se le conoce como cáncer cutáneo no melanoma. Y que a su vez pueden existir dos formas:
- Carcinoma Basocelular.
- Carcinoma espincoelular, capaz, además, de producir metástasis.
- Tumores que derivan de los melanocitos:
- Melanoma. Sin duda el tumor más maligno que se conoce. Llega a tener una supervivencia a los 5 años próxima al 98% si se extirpa en sus inicios.
El cáncer cutáneo no melanoma (CCNM) es el tumor más frecuente, con lo que podríamos decir que 1 de cada 5 personas desarrollaran un cáncer cutáneo a lo largo de su vida”. De carcinoma basocelular se diagnostican 71 nuevos casos por cada 100.000 habitantes/año, mientras del carcinoma espinocelular 20 casos por cada 100.000 habitantes/año”.
El melanoma ha multiplicado por 1000 su frecuencia en los últimos 20 años, pero no ha empeorado su pronóstico, ya que se ha avanzado en su diagnóstico precoz. De este modo, es el menos común de los tumores malignos cutáneos, pues representa el 4% de todos ellos, aunque es el responsable de 80% de las muertes por este tipo de cáncer.
Actualmente se diagnostican unos 160.000 casos al año en todo el mundo y representa aproximadamente el 1,5% de todos los tipos de cáncer en ambos sexos, siendo el quinto tumor más frecuente en el hombre y el sexto en la mujer.
En España, donde el melanoma es más habitual en mujeres como ocurre en el resto de Europa, cada año se diagnostican aproximadamente 3.200 nuevos, la mayoría entre los 40 y los 70 años.
Sin embargo, el diagnóstico aumenta un 7% cada año, principalmente entre los jóvenes de 25 a 29 años, incremento que está relacionado directamente con la mayor exposición al sol y por la utilización de métodos artificiales de bronceado como las lámparas bronceadoras, por motivos estéticos y de ocio.
Además, igual que epidemiológicamente se ha demostrado la importancia de la predisposición genética en el desarrollo del cáncer cutáneo, también se ha contrastado que los factores ambientales tienen un papel muy relevante en su etiopatogenia, fundamentalmente las diferentes formas de exposición ultravioleta.
Por lo tanto, es preciso resaltar la importancia de las medidas preventivas tanto primarias, eliminando factores de riesgo posibles, como secundarias, detección precoz, en las que intervienen profesionales sanitarios diversos, así como destacar las medidas al alcance de la población en general como, por ejemplo, la autoexploración.