“El estrés juega un papel fundamental en la aparición del acné en la etapa adulta”
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2 junio, 2021Uno de los efectos colaterales del Covid-19 más peligrosos en el ámbito dermatológico reside en la reactivación de factores que influyen muy negativamente en el cuidado de la piel. Se está constatando que el confinamiento ha aumentado considerablemente los niveles de estrés y de angustia, así como el sedentarismo, los excesos alimentarios y el consumo de alcohol y tabaco. Estas circunstancias revelan la ruptura de un equilibrio, que, como ya advirtieron los médicos antiguos, resulta imprescindible para la buena salud.
La piel, como órgano más extenso del cuerpo humano, refleja las consecuencias de estas disfunciones psicológicas y de comportamiento. En ocasiones, se trata de afecciones puntuales, que somatizan un problema mental y cuya terapia suele exceder el ámbito meramente clínico, dada su imbricación psicológica. Casi siempre, las alteraciones negativas afloran en un envejecimiento prematuro de la piel, como reflejo de la tensión, los hábitos poco saludables, el estrés o el sufrimiento.
| “Las alteraciones negativas afloran en un envejecimiento prematuro de la piel, como reflejo de la tensión, los hábitos poco saludables, el estrés o el sufrimiento”
Pero tan peligroso como lo anterior es el hecho de que el confinamiento haya supuesto también, en algunos casos, el aislamiento sanitario. Son bastantes las personas que, dado el tremendo impacto de la pandemia, han circunscrito su preocupación por la salud a protegerse del contagio del virus. Esta posición, aunque comprensible, tiene consecuencias muy negativas, ya que las patologías ajenas al Covid-19 siguen exigiendo una vigilancia y cuidado permanentes. En lo que respecta a la piel, la consulta al dermatólogo continúa siendo imprescindible, tanto para prevenir como para tratar los problemas relacionados con la piel.
La necesaria atención al coronavirus no puede servir nunca de excusa para suprimir o retrasar la también necesaria consulta al dermatólogo. Y, mucho menos, para sustituirla por la automedicación o soluciones sin el mínimo respaldo científico. Debemos estar siempre alerta para evitar estas falsas alternativas, de consecuencias dañinas para la piel.