Lesiones pigmentadas frecuentes en la infancia
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27 julio, 2016Seguramente, la protección frente al sol aportada por la ropa sea una de las que menos se tienen en cuenta a nivel práctico. Y, sin embargo, se trata de un medio seguro, sencillo y poco costoso.
Una vestimenta adecuada constituye una barrera eficaz contra los rayos ultravioleta B y también contra los rayos ultravioleta A y las radiaciones visibles.
Esto no quiere decir que los fotoprotectores (siempre recomendados por el dermatólogo para potenciar su eficacia, adecuándolos a cada tipo de piel) no jueguen un papel importante. Pero a menudo se olvida que deben aprovecharse todos los medios para aprovechar los efectos beneficiosos del sol y evitar sus impactos negativos.
Así como los fotoprotectores son cada vez más eficaces, la tecnología ha dotado también a los tejidos de propiedades protectoras que resultaban inimaginables. Hoy no existen disculpas para descuidarse en la protección frente al sol y evitar una amplia gama de efectos adversos, que van desde la simples quemaduras al cáncer de piel. Afortunadamente, tenemos a nuestra disposición equipamientos de los que podemos echar mano con facilidad, ya que resultan asequibles y eficaces.
Lo más seguro y conveniente es pedir consejo al dermatólogo, que es el especialista que puede informar adecuadamente sobre los nuevos avances y orientar sobre su utilización.
Como recomendaciones muy elementales, hay que subrayar que una sencilla camiseta de algodón (y más si el tejido es tupido y de color oscuro) constituye un protector fácil y cómodo.
También los sombreros de ala ancha son un medio tradicional para proteger la cara, nuca y cuello.
Y el uso de las gafas de sol resulta obligatorio para preservar al cristalino de los efectos deletéreos de la radiación ultravioleta. Hoy tenemos la oportunidad de beneficiarnos de la experiencia frente al sol de quienes nos precedieron y de los avances tecnológicos que la han mejorado y marcan el futuro.
Y lo inteligente es acudir a un especialista capaz de aprovechar al máximo la mezcla de tradición e innovaciones; en este caso, el dermatólogo.