Pautas para tener una piel saludable
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6 abril, 2016Fuente: Dermactual AEDV por el Dr. Pepe Rojo.
Uno de cada 100 deportistas padece afecciones cutáneas crónicas como consecuencia directa de la actividad que practican. ¿Cuáles son las más comunes?
Según un estudio realizado cada año se producen 3,5 millones de lesiones cutáneas relacionadas con la práctica de algún deporte. Los de contacto son responables en el 40% de los casos, pero hay otros a tener muy en cuenta.
Enfermedades en acción
- Escabiosis: Esta enfermedad contagiosa de la piel está ocasionada por un pequeño parásito, el Sarcoptes scabiei. Los síntomas hablan de sarpullido y prurito, que aparecen sobre todo de noche. Puede extenderse con cualquier deporte en el que exista un hacinamiento de gente: maratón, clase colectiva en gimnasio, etc. El tratamiento más adecuado es la Permetrina al 5%.
- Ping Pong Parches: Se trata de un hematoma con forma de anillo de dos a tres cm de diámetro que se produce por el impacto en la piel de una pelota pequeña y dura; es frecuente en antebrazos, muslos y dorso de las manos y surge cuando se practica ping-pong.
- Talón Negro: Es una pigmentación del talón por el rozamiento del calzado o los golpes del talón. Sería lo que comúnmente llamamos cardenal. Más habitual en deportes como el fútbol, el fútbol sala, o el rugby, el mejor tratamiento es la prevención mediante el uso correcto del calzado, preferentemente con amortiguación.
- Hematoma subungüeal: Se trata de laceraciones o heridas de la lámina de la uña por culpa de la ruptura de capilares. Se produce más comunmente al inicio de una carrera, en los cambios de dirección, cuando se dan golpes en el dedo, etc. No es extraño encontrarlo en corredores, tenistas, escaladores y esquiadores. Cuando hay hematoma hay que aplicar Urea al 40% y analgésicos.
- Dilatación escrotal: El dolor en la zona del escroto vaacompañado de tumefacción e inflamación con calor y se han detallado casos en lanzadores de peso o de disco. El mejor tratamiento es el duo formado por la crioterapia y los antiinflamatorios.
- Ampollas de fricción: Se denomina así a zonas callosas que se producen en los pies y que tardan años en evolucionar. Suelen aparecer en ciclistas de montaña y sobre todo en las épocas de pretemporada. Hay que acudir al dermatólogo para que éste realice las curas oportunas.
- Abrasiones: Son zonas de roce por culpa del contacto con superficies abrasivas. El césped artificial, muy utilizado actualmente en campos de tenis o fútbol, crea más problemas que el natural, y la ropa sintética también resulta más abrasiva que el algodón. Es común cuando se practican actividades como el footing, el fútbol, el tenis o el béisbol. Para evitarlo, conviene llevar prendas holgadas que den margen a la transpiración (algodón sobre todo), proteger con apósitos de siliconas e hidratar.
- Clavo: Esta hiperqueratosis sobre el hueso puede ser dura o blanda. Es frecuente que aparezca en los laterales de los dedos del pie y puede deberse al uso de un calzado inadecuado cuando se practican deportes como el atletismo o la marcha. Para tratarlo se puede recurrir al colágeno, la cirugía o al tratamiento ortopédico.
- Uña encarnada: Se reconoce porque hay fragmentos de uña en los repliegues laterales que penetran en la dermis. Es más habitual practicando trekking, escalada, atletismo y ciclismo y se trata con curas locales o cirugía.
- Pezón del corredor: La fricción de la camiseta húmeda sobre el pezón erecto (habitual al hacer ejercicio) favorece la aparición de fisuras, erosiones y pequeñas hemorragias. En el footing y otros deportes aeróbicos es común. Para evitarlo hay que cubrir el pezón con vaselina y usar camisetas térmicas de algodón, hilo o seda.
- Pie de atleta: Hongos producidos por no secarse bien la piel de los pies (maceración). Pueden aparecer en cualquier deporte y se previene llevando siempre los pies secos y protegidos, utilizando zapatillas ventiladas y alternando el calzado.
- Herpes gladiatorum: Se trata de un virus, herpes simplex Tipo I, latente y recurrente, que se transmite por contacto directo de piel a piel. Las lesiones aparecen ocho días después del contacto con la persona infectada. Puede darse en lucha libre o boxeo. El tratamiento más indicado es Acyclovir o Valacyclovir.
Los deportes acuáticos
Son especialmente “peligrosos” para la piel.
- Palma Negra: Esta hiperpigmentación es producida al resbalar la epidermis sobre las papilas dérmicas (lo mismo que el “talón negro”, pero en las manos). Puede aparecer en el kárate, el esquí, la natación o el remo. El tratamiento son los guantes y la vitamina K tópica.
- Rabadilla pigmentaria: Se trata de petequias que aparecen en la parte superior del pliegue interglúteo y se producen por el roce contínuo con algunas superficies. Habitual cuando se practica vela, piragüismo y remo. Para tratarla hay que utilizar cremas aisladoras, hidratantes y epitelizantes.
- Callosidades: Es la respuesta natural de la piel a la fricción crónica, produciendo hiper-queratosis. Es frecuente en deportes como el tenis, el pádel, o el windsurf. Las cremas con Urea al 30% funcionan bien.
- Eritema del nadador: Se reconoce por una placa enrojecida o inflamada que aparece en el hombro y desaparece pocas horas después del entrenamiento. La culpa es del roce facial al dar la brazada. Como tratamiento se suelen utilizar cremas hidratantes enriquecidas con glicerina.
- Nódulo del surfista: Se trata de traumatismos y micro-hemorragias en la zona del tobillo que acaban formando una cicatriz, la explicación está en el hecho de pasar horas sobre la tabla, que provoca una calcificación del nódulo y una incrustación de la arena. Es común al surf y al windsurf, para tratarlo hay que recurrir a los antiinflamatorios, tanto tópicos como sistémicos.
- Quemaduras solares: En contacto con el agua y la nieve, la radiación solar se multiplica. En los casos más graves aparecen edemas, ampollas y dolor. En este caso hay que utilizar corticoides tópicos, y si el caso de agrava, hay que recurrir a los antibióticos.