La X Feria de la Salud en la Piel: Un Compromiso con el Cuidado Cutáneo en Las Palmas de Gran Canaria
20 junio, 2024La Fundación Piel Sana participa activamente en el MADcup promoviendo la salud de la piel
26 junio, 2024Tradicionalmente, Julio y Agosto (especialmente éste último) han sido considerados como los meses preferidos por los usuarios para disfrutar de las vacaciones anuales. Sin embargo, los cambios en la estructura laboral (donde el número de los empleos de corta duración se ha incrementado notablemente) y las crisis económicas que afloran periódicamente, han introducido algunas modificaciones en este hábito, aunque todavía continúan siendo mayoría quienes, de poder hacerlo, prefieren el verano para sus vacaciones.
Lo primero que se observa es que, para una gran parte de los empleos de corta duración, las vacaciones ajenas se convierten en una oportunidad de trabajo, especialmente en el sector del hospedaje y la hostelería. Y cuando la crisis económica se acentúa, son muchos los que se ven obligados a acortar sus vacaciones, cuando no a suprimirlas.
Los riesgos para la piel se multiplican durante el periodo vacacional, por lo que resulta imprescindible el adoptar medidas especiales de protección. El primer peligro reside en que algunas personas consideran las vacaciones como un tiempo libre de cualquier tipo de ataduras, incluidas las necesarias rutinas que exige el cuidado de la piel. En ningún caso se puede olvidar la limpieza y la hidratación diarias. Disfrutar de las vacaciones no debe ser sinónimo de transgresión continuada de horarios, de grandes desequilibrios en la dieta, de eliminación del ejercicio físico o de abuso del consumo de alcohol y tabaco.
Es habitual en esta época el viajar a lugares de playa para tomar el sol. En este aspecto, se debe recordar la conveniencia de evitar la exposición solar en las horas centrales y la necesidad de utilizar cremas protectoras adecuadas a cada tipo de piel, que deben ser recomendadas por el dermatólogo. Se debe ser riguroso en la exploración para detectar posibles manchas sospechosas en la piel, alteración en lunares y, sobre todo, la aparición de un cáncer de piel, el temible melanoma, que puede llegar a ser mortal. Una estrategia de prevención prescrita por el dermatólogo constituye la receta más eficaz para evitar problemas que arruinen el disfrute de las ansiadas vacaciones.