Los tipos de tests diagnósticos para detectar la COVID-19
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5 mayo, 2020Las imbricaciones y manifestaciones dermatológicas del coronavirus constituyen un campo apasionante de investigación, al que se están dedicando especialistas nacionales e internacionales. Ya nos hemos referido al estudio COVID-Piel, en el que colabora activamente la AEDV y cuyos resultados, que acaban de ser publicados en la revista British Journal of Dermatology, constituirán una importante aportación para el mejor conocimiento de esta pandemia.
Pero la piel sufre también a consecuencia de los posibles impactos derivados de la necesaria aplicación de las medidas protectoras que pretenden evitar el contagio del coronavirus. Son como una especie de “daños colaterales” que debemos soportar en aras de un objetivo superior. Impactos que debemos tener en cuenta para reducirlos o eliminarlos en la medida de lo posible.
A pesar de su apariencia, no se trata de un tema menor. Un estudio realizado por el Journal of the American Academy of Dermatology señala que un alto porcentaje de médicos han presentado lesiones en la piel causadas por las medidas protectoras frente a la infección.
Las mascarillas y gafas protectoras pueden provocar lesiones por presión, especialmente si su uso ha de ser necesariamente prolongado. Una medida aconsejable es que, una vez realizada la higiene personal, se aplique crema hidratante en las zonas de mayor contacto, así como un protector cutáneo, alrededor de una hora antes.
La hidratación resulta muy necesaria por el uso de geles y desinfectantes en el lavado de manos o en la desinfección de objetos, especialmente los de utilización cotidiana, ya que, aparte de la desecación, pueden aparecer otras consecuencias, como la incentivación de dermatitis atópica.
El cuidado de la piel debe mantenerse también frente al coronavirus. Aunque todavía desconocemos muchos aspectos de esta pandemia, sí podemos ir aplicando estas medidas de eficacia conocida para aliviar los efectos colaterales ocasionados por la necesaria protección.