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1 diciembre, 2022La Asociación Española de Esclerodermia lanza un vídeo de concienciación sobre la enfermedad
19 diciembre, 2022Cada cambio de estación exige reforzar la atención para el cuidado de la piel. Ahora, cuando estamos a las puertas del invierno, esta exigencia se hace aun mayor, ya que, en esta época del año, los contrastes de temperatura y humedad suelen ser más acusados,
Debemos proteger nuestra piel en invierno. Especialmente las zonas más sensibles y expuestas a los rigores climatológicos, como son la cara, la zona del cuello y el escote. Si hay sol, es importante utilizar una crema hidratante labial con protección solar, ya que un simple cacao no es suficiente. La calefacción en los espacios cerrados provoca una sensación de sequedad que induce a humedecerse frecuentemente los labios. Hacerlo con saliva puede provocar una irritación cutánea adicional, por lo que esta acción resulta desaconsejable.
Las recomendaciones elaboradas por la Academia Española de Dermatología subrayan, además, que la piel de los niños y la de las personas de edad avanzada requieren también de una protección especial, ya que es particularmente sensible a los cambios bruscos de temperatura y a los rigores del invierno. La aparición de placas secas, fisuras y escamas suele ser bastante frecuente entre estos grupos de población.
El esquí es una práctica deportiva característica del invierno y, en lo que concierne a ella, hay que señalar que el sol puede resultar más peligroso para la piel que en verano, ya que los rayos solares se reflejan en la nieve y suponen una agresión más potente y dañina. En los deportes de altura es necesaria la aplicación frecuente de protección solar, ya que el sudor provocado por el esfuerzo que requiere el ejercicio físico disminuye la eficacia de las cremas empleadas.
También hay que tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura al cambiar de ambiente, ya que pueden ser irritativos para la piel. Las personas con psoriasis o dermatitis atópica suelen empeorar en invierno, por lo que resulta muy conveniente la visita al dermatólogo. Finalmente, hay que reseñar que, en la protección contra el frío, deben utilizarse ropas y calzado que no sean irritantes, cuidando de que proporcionen una adecuada transpiración.