El pelo, protagonista otoñal

A medida que se acerca el otoño, el cuidado del pelo va adquiriendo un creciente protagonismo. En esta estación del año, destaca el desarrollo del ciclo del cabello, que pasa de una fase de anclado (anagen), a otra de caída (telagen). La caída del pelo en esta época es, por tanto, completamente normal, aunque debe ser vigilada, ya que existe el riesgo de confundirla con otras causas que propician la alopecia.

Pero no es únicamente el factor estacional el que otorga protagonismo al cuidado del cabello. La alopecia androgénica, cuyo origen se encuentra en la sensibilidad del cuero cabelludo a las hormonas locales, es una patología claramente al alza. Y la alopecia femenina alcanza ya una incidencia que se estima en torno al 20% y que se dispara hasta el 64% entre las embarazadas, dando lugar a lo que se conoce como “alopecia post-parto”. También entre las menopáusicas destaca la caída del cabello en la zona frontal, la denominada alopecia frontal fibrosante.

Aunque la mayoría de las causas de alopecia femenina tiene un origen hormonal, pueden influir también otros factores, como la predisposición genética, la ansiedad o el estrés. No hay que olvidar tampoco que el pelo tiene una importancia estética, lo cual, dentro de una sociedad que concede una gran importancia a la imagen,  hace que su caída puede originar problemas de relación social, aparte de las implicaciones laborales o psicológicas.

La exigencia de remedios para evitar o corregir la caída del cabello ha propiciado que algunos desaprensivos intenten hacer negocio con la oferta de productos y tratamientos supuestamente milagrosos, carentes del mínimo aval científico. El cuidado del cabello debe ser dirigido por el dermatólogo, que es el único especialista preparado para diseñar y aplicar cualquier estrategia de prevención y tratamiento.