Cuando la piel envejece
17 noviembre, 2021Los contrastes extremos y la piel
9 diciembre, 2021Muchas personas muestran sorpresa y sienten envidia cuando ven a otras, de edad muy superior a la suya, que disfrutan de una piel que destaca por su buen estado y presencia, mientras ellos hace tiempo que perdieron esas cualidades tan positivas. Pocos suelen considerar que la piel viene a ser el espejo de toda una vida y menos aún los que se atreven a comparar su particular equilibrio personal con el de las personas admiradas, quizá porque tienen la íntima convicción de que saldrían bastante malparados.
La piel, que es el órgano más extenso del cuerpo humano, es también el libro donde se registra el comportamiento a lo largo de una vida. En sus páginas se premian las costumbres saludables cotidianas (hidratación, ejercicio físico, dieta sana…) y también los hábitos nocivos (consumo excesivo de alcohol y tabaco, sedentarismo, descuidos en la exposición al sol…). En la parte final de la vida, los resultados de esos comportamientos afloran y dañan o embellecen la piel.
Desde la irrupción del coronavirus, la dermatología ha sufrido, como la mayoría de las especialidades médicas, una pérdida de atención, ante la necesidad de concentrar esfuerzos para controlar la pandemia. Cada día que pasa, vamos conociendo y sufriendo los resultados de este abandono. Debiéramos tomar nota, para eventuales oleadas futuras, de que, en el cuidado de la salud, no son admisibles excusas ni justificaciones. Y también para controlar el estrés, quizá el mayor enemigo del necesario equilibrio personal.
La visita periódica al dermatólogo es la receta más segura y efectiva para el cuidado de la piel. Siguiendo las pautas establecidas por el especialista, nuestra piel será envidiada y no al revés, como ahora lamentan muchas personas.