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11 octubre, 2016El invierno es una época delicada para la piel.
Después de la exposición solar veraniega y de someter al organismo a altas temperaturas, la época invernal combina diferentes factores que hacen que la piel pueda sufrir: el frío, el viento y la calefacción. Todos ellos hacen que la piel se reseque y por tanto debemos tomar medidas para que ello suceda.
A continuación comentaremos una serie de consejos dermatológicos para cuidar la piel en invierno:
1. Debemos evitar la sequedad de la piel aplicando cremas hidratantes de forma regular.
En invierno, el frío altera la barrera hidrolipídica de la piel, lo cual produce una deshidratación cutánea.
De la misma manera que un abrigo aísla nuestro cuerpo de las bajas temperaturas y evita que perdamos calor, las cremas hidratantes ejercen en la piel un efecto barrera que impide su deshidratación. Por tanto, durante la época invernal es importante aplicar cremas hidratantes con una composición más grasa que el resto del año, lo cual mejorará la hidratación y protegerá la piel de agentes irritantes externos.
Un buen consejo es aplicarlas al salir de la ducha, después de haber secado completamente la piel, en especial los pliegues del cuerpo.
Evite la hidratación excesiva en zonas de pliegues, como entre los dedos de los pies, ya que la humedad excesiva en estas áreas favorece la infección por hongos. Para mejorar las condiciones de humedad en casa, es recomendable utilizar un humidificador durante los meses fríos y secos.
2. Durante el invierno, las manos y los pies tienden a enfriarse de forma llamativa.
Ello se produce porque el sistema cardiovascular del organismo reacciona al frío y hace que los vasos que llevan la sangre -caliente- a la piel se cierren (proceso conocido como “vasoconstricción”) para evitar la pérdida de calor.
Por ello, es muy importante prevenir este efecto utilizando guantes y calcetines abrigados y evitar el frío en estas zonas.
Es fundamental mantener los pies secos y abrigados, evitando que se mojen en la nieve o la lluvia. Recuerde que si alguna parte de la piel se transforma en color púrpura se debe acudir al médico de inmediato y no esperar a que se convierta en color negro.
3. No es recomendable exponer los pies cerca del fuego o estufas ni utilizar bolsas de agua caliente.
Es preferible utilizar unos calcetines para conservar el calor. Recuerde que los calcetines deben cambiarse a diario.
4. A pesar de que las bajas temperaturas del invierno nos inciten a ello, evite bañarse o ducharse con agua muy caliente, ya que las altas temperaturas del agua pueden dañar la piel y producir que se irrite.
5. La piel seca y dañada durante el invierno puede facilitar que se produzcan pequeños cortes o heridas.
Aproveche el momento de la ducha para revisar su piel, ver si tiene alguna zona rojiza, pequeña herida, etc. Recuerda que se debe tratar cualquier herida en cuanto aparezca, lavándola con agua y jabón. En ocasiones puede ser necesario utilizar una crema con antibiótico.
6. En invierno deberá abrigarse para evitar el frío. Utilice tejidos naturales como el algodón (el algodón permite que el aire circule mejor entre la ropa y la piel) o lana (mejor que el nylon), y evite las costuras en la ropa interior y calcetines.
7. Si va a estar expuesto al sol, no olvide que a pesar de que sea invierno la radiación ultravioleta puede dañar su piel, por lo que es recomendable que utilice cremas con filtro solar y sombreros o gorros en el caso de los varones sin pelo.
8. El tabaco tiene un efecto nocivo directo sobre la piel, y además restringe la circulación de la sangre a los pies, por lo que en invierno más que nunca: evite fumar!
9. La piel de los labios es muy delicada, así que no la olvide en el cuidado diario. Es muy fácil que los labios se resequen, agrieten y que, inclusive, sangren.
Por ello, trate de tenerlos bien hidratados. En invierno es recomendable aplicar algún bálsamo labial hidratante y protector.
10. En caso de padecer alguna enfermedad de la piel, siga un adecuado control con su dermatólogo.