Marta Cantarero Gutiérrez. Servicio de Dermatología, Hospital Universitario Son Llàtzer (Palma de Mallorca).
Se trata de un trastorno de la pigmentación de causa idiopática que resulta en zonas carentes de melanina.
Es frecuente, aproximadamente el 1% de la población la padece, de todas las razas y países, sin predominancia de sexo.
Puede presentarse a cualquier edad, desde el nacimiento a la senectud, aunque la mayor incidencia la encontramos alrededor de los 20 años.
No, pero existe predisposición familiar. Un 20% de los pacientes refieren familiar afecto.
La causa es desconocida. Pero numerosos estudios postulan que se trata de un origen autoinmune en personas predispuestas genéticamente. Se produce una reacción inflamatoria que destruye las células que dan color a la piel, los melanocitos, y hace que aparezcan manchas blancas.
Es frecuente encontrar personas afectas de vitíligo con otras enfermedades autoinmunes como hiper/hipotiroidismo (asociación en un 10%), diabetes mellitus (asociación en un 5-7%), anemia perniciosa. Por lo que ante el diagnóstico de vitíligo se debe descartar patología autoinmune y solicitar analítica sanguínea con perfil tiroideo.
El paciente afecto de vitíligo tendrá una o varias máculas sin pigmento (amelanóticas) de tamaño variable y contorno irregular, de bordes bien definidos, en cualquier parte del cuerpo de manera simétrica. Si bien, son más tìpicas localizaciones periorifiales (como ojos, nariz y boca) y distales y sobre eminencias óseas (nudillos, rodillas, codos, tobillos, zona pretibial), grandes pliegues (axilas, ingles), periungueal, y mucosas (labio, encías, ano, genitales). Además es importante recordar que en el vitíligo se produce el fenómeno de Koebner, un fenómeno mediante el cual en zonas de agresión de la piel pueden aparecer lesiones de vitíligo.
El diagnóstico de vitíligo es clínico. Si existen dudas puede realizarse una biopsia en la cual se observará disminución o ausencia de melanocitos y melanina en la epidermis con dopa-reacción negativa. A veces podríamos observar leves infiltrados linfohistiocitarios en los bordes de las máculas en vitíligo inflamatorio.
El diagnóstico diferencial se debe hacer con otras leucodermias: lepra y nevus acrómicos (si las lesiones fueran segmentarias), pitiriasis alba, pitiriasis versicolor, hipopigmentación postinflamatoria.
Existen diferentes opciones de tratamiento:
Dependiendo de la influencia de la enfermedad en la calidad de vida del paciente, una opción es la de no hacer nada. De todas maneras, es indispensable la fotoprotección por ser zonas que carecen de melanina y por tanto del pigmento protector natural de la piel. Es útil los preparados de bronceado artificial a base de hidroxiacetona. También existen maquillajes específicos para pacientes con vitíligo.
Está indicado en vitíligo que ocupe menos del 10% de la superficie corporal. Se aplicará en tandas cortas ya que el uso crónico llevará a aparición de efectos secundarios en la piel. La cara y el cuello suelen ser zonas de buena respuesta.
Tacrólimus y pimecrólimus tópico. Inhiben una proteína que está en las células del sistema inmune y que al activarse desencadena la reacción inflamatoria. Pueden considerarse una alternativa a los corticoides tópicos de alta potencia sobretodo en áreas como cara y pliegues ya que éstos no producen adelgazamiento de la piel u otros efectos relacionados a los esteroides. Se debe recordar que se trata de una indicación no aprobada pero de alta prescripción médica.
Únicamente estaría indicado en casos de vitíligo generalizado rápidamente progresivo.
En formas más extensas. Tiene respuesta en más de mitad de los pacientes (65% de respuesta). No indicados en niños. Actualmente se considera de elección el tratamiento con radiación UVB de banda estrecha como monoterapia.
Khellina, fenilalanina, administración de betacarotenos (30-120mg/d), antioxidantes( Vitamina E, vitamina C, acido alfalipoico, ginko biloba, catalasa tópica, superoxido dismutasa, polypodium leucotomos…) con papel en la prevención del daño oxidativo celular.
No existen estudios aleatorizados controlados que demuestren su eficacia. Se trata de extractos de especies de helecho (familia de las Polipodiáceas) que se han utilizado tradicionalmente para tratar numerosas afecciones, sobre todo en el Sur de América y Europa. Parece favorecer la capacidad regenerativa sistémica a través de inhibición de mecanismos autoinmunes-inflamatorios. Es importante su papel en el vitiligo sobretodo por su papel fotoprotector.
Láser de excímeros 308 nm, Bioskin (311 nm) y el de helio neón (632 nm). Puede combinarse con tratamientos tópicos como corticoides, tacrolimus, etc.
Autoinjertos, suspensiones de folículos pilosos, o incluso el trasplante de melanocitos autólogos cultivados pueden funcionar en casos escogidos.
Mediante cremas de éter monobencílico de hidroquinona al 20% dos veces al día. Precisan alrededor de tres meses para empezar a apreciarse los resultados, que hace falta un año o más para alcanzar una despigmentación completa. También puede usarse láser de Alejandrita o rubí Q-switched.
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