Jaime González del Tánago Diago. Servicio de Dermatología, Hospital Universitario de Basurto (Bilbao).
La Erupción Polimorfa Lumínica (EPL) es una reacción cutánea inducida por el sol que puede manifestarse de diferentes formas clínicas. Generalmente, aparece en primavera o a comienzos de verano al exponer al sol partes del cuerpo que suelen estar cubiertas el resto del año.
La EPL tiende a aparecer de forma simétrica en áreas del cuerpo que exponemos más en época estival: cuello, escote y brazos. La erupción se inicia de minutos a horas después de la exposición solar y dura días. A medida que avanza el verano, la tendencia a nuevas erupciones disminuye por la habituación de la piel, fenómeno conocido como hardening.
Las características de las lesiones varían mucho entre las personas. Frecuentemente aparecen en forma de pápulas eritematosas (rojizas) o color piel levemente pruriginosas (que pican) de tamaño variable. En personas de piel más oscura pueden aparecer en forma de “granitos” agrupados.
En raras ocasiones las lesiones cutáneas pueden acompañarse de síntomas generales como dolor de cabeza, fiebre o sensación de malestar.
Ante una sospecha de EPL es necesario descartar otras patologías cutáneas con clínica similar, principalmente el lupus eritematoso, la urticaria solar y las dermatitis fotoinducidas. Generalmente, la historia clínica (relación con inicio de exposición al sol) y la forma de las lesiones cutáneas basta para el diagnóstico.
Mediante la historia clínica y pruebas de laboratorio (medición de anticuerpos) se puede descartar el lupus. La urticaria solar se diferencia por su inicio temprano (1-2 horas) tras la exposición y el tipo de lesiones cutáneas. Se debe sospechar una reacción fototóxica cuando la toma de un fármaco potencialmente fototóxico precede a la erupción de las lesiones.
En formas leves basta con un fotoprotector (crema solar) correctamente empleado.
En formas más graves se pueden hacer sesiones de rayos UVB de banda estrecha o de UVA con psoralenos (PUVA) antes de la época estival para habituar la piel a la radiación solar (hardening) y evitar erupciones con las primeras exposiciones al sol.
La EPL tiende a mejorar lentamente con el paso de los años.
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