María Encarnación Gómez Sánchez, Maria Teresa Lópes Villaescusa, Zsofia Ezsol, Fernando de Manueles. Servicio de Dermatología, Complejo Universitario Hospitalario de Albacete.
El eczema de manos es un trastorno inflamatorio frecuente en la población general con una prevalencia anual estimada en adultos de un 10%. Suele ser más frecuente en mujeres jóvenes que en varones. Se trata además, de la forma más frecuente de enfermedad ocupacional, afectando hasta un 40% de la población laboral. Los grupos más afectados son: amas de casa, albañiles, peluqueros, personal de la salud y trabajadores de la industria metalúrgica.
Es muy frecuente que el eccema de manos se cronifique, siendo la duración media del eccema de manos de unos 10 -15 años, lo que implica una impacto negativo en la calidad de vida diaria y laboral del paciente que lo sufre y además conlleva un elevado gasto socioeconómico.
Los cuatro primeros síntomas suelen aparecer en las fases agudas del eczema, mientras que el resto de síntomas suelen aparecer en las fases crónicas (Figura 1). Los pacientes frecuentemente se quejan de picor y de sensación de tirantez en las manos. Estas lesiones pueden sobreinfectarse debido a que la barrera cutánea se encuentra alterada y sobre todo si hay una mala higiene y/o rascado repetido.
4. ¿Cómo se clasifica?
En función de la severidad de los síntomas, extensión de las lesiones y de la evolución, se puede clasificar al eccema como:
Esta clasificación tiene importancia a la hora del manejo y tratamiento del paciente.
5. ¿Cómo se diagnostica?
Es importante una entrevista clínica exhaustiva al paciente, preguntándole por sus antecedentes personales (historia de eczemas en la infancia, antecedentes personales o familiares de rinitis o conjuntivitis primaveral) exposición a agentes irritantes (productos químicos, lavado excesivo de manos, determinados alimentos) lugar y método de trabajo (exposición al frío o humedad, uso de equipo de protección), historia y evolución de los eccemas.
Existen una serie de pruebas complementarias que pueden ayudar a determinar la etiología del eccema de manos:
Consisten en la aplicación en la piel de la espalda de unos parches de papel impregnados con diferentes sustancias, las cuales se ha demostrado que frecuentemente provocan alergia de contacto. Estos parches se colocan sobre la piel de la espalda y se cubren con esparadrapo, sin retirarlos hasta 48 horas después, momento en el que se retiran y se realiza una primera lectura. Después de otras 48 horas, se realiza la lectura definitiva. Se considera un resultado positivo si aparece una reacción eczematosa en el lugar de aplicación de estas sustancias. Si existe una correlación clínica ante este resultado positivo podremos establecer una alergia de contacto a esa sustancia.
Son unas pruebas que se hacen sobre la piel con objeto de identificar la sustancia que puede desencadenar una reacción alérgica en el paciente. Se realiza introduciendo en la piel una mínima cantidad del posible agente causante de la alergia En caso de que el alérgeno desencadene una reacción en la piel y si existe correlación con la clínica del paciente se considera que el individuo tiene alergia a esa sustancia provocándole el eczema.
La inmunoglobulina E es un tipo de anticuerpo implicado en la alergia y en la respuesta inmune efectiva contra diversos agentes patógenos, especialmente parásitos. Por eso, sus niveles suelen estar bastante elevados tanto en pacientes alérgicos como en personas que sufren alguna parasitosis. La respuesta inmune en la que se implica la IgE también juega un papel importante en la patogenia de la dermatitis atópica, así como en otras enfermedades alérgicas.La síntesis en exceso de IgE en los pacientes atópicos es debida a una respuesta inmune genéticamente determinada en respuesta a agentes ambientales inocuos para otros individuos.
La elección del tratamiento del eccema de manos depende de la gravedad del proceso, de la evolución (agudo o crónica) y de la morfología. El primer paso consiste en eliminar el agente imitativo o alérgico causante si se ha identificado. Los corticoides tópicos de mediana o alta potencia son el tratamiento de elección. Se suelen usar una vez al día, aproximadamente un mes, seguidos de un tratamiento de mantenimiento apropiado.
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