Cuidados de la piel en verano

Algunos aseguran que las estaciones del año no se corresponden únicamente con los ciclos de la Naturaleza sino también con los estados de ánimo de los seres humanos. Así, el verano que ahora se inicia se identifica con el tiempo en el que reina el sol, que ilumina y calienta los días más largos del año y siembra alegría y optimismo por doquier. Esta circunstancia debe ser aprovechada por los vivientes para el disfrute de lo más placentero de la vida. Hasta los habitantes de lo más profundo salen en esta época de sus madrigueras, como hombres y mujeres de sus casas, para recibir los rayos que el astro rey envía generosamente a la tierra.

Pero al sol hay que saber tratarlo porque, sobre todo para la piel, puede ser un magnífico amigo o un enemigo mortal. Puede suministrar la vitamina D, tan beneficiosa para la salud, o provocar quemaduras y hasta el temible melanoma, enfermedad de la que se diagnostican actualmente cerca de 80.000 casos en España. La diferencia está entre quienes, cuando se exponen al sol, adoptan las medidas de protección adecuadas y quienes se descuidan en ello. Además, conviene recordar que la piel guarda memoria exacta de nuestro comportamiento y que los excesos de hoy se pagarán mañana, como poco, con el envejecimiento prematuro de la piel.

Gracias a las campañas de concienciación, en las que han participado activamente los dermatólogos españoles, la necesidad de protección frente al sol ha ido calando mayoritariamente entre los ciudadanos, Pero hay que insistir en el hecho de que no todas las pieles son iguales, por lo que resulta imprescindible, la identificación primero y el seguir las indicaciones después, prescritas por el dermatólogo, para que dicha protección resulte verdaderamente eficaz. Las investigaciones de la industria farmacéutica han logrado desarrollar productos, cada vez más eficaces y específicos, que aseguran el disfrute de los beneficios del sol, eliminando todos sus efectos negativos.

En verano, la piel necesita de un mimo especial. Antes de la aplicación de cualquier crema de protección solar o de la hidratación (especialmente importante en esta época del año), hay que potenciar su limpieza a través de la exfoliación. Y debemos aprovechar también el buen tiempo para realizar un ejercicio físico diario, acorde con las características de quienes lo practican.