La piel del contorno de los ojos es una piel muy fina, con muy pocas glándulas, muy vascularizada y que se distiende fácilmente.
Todo ello permite que sea traslúcida y que podamos observar las consecuencias de los transtornos circulatorios y pigmentarios que con frecuencia se observan en la zona y que generan las conocidas ojeras.
¿Cuál es el primer paso para el tratamiento eficaz de las ojeras?. El principal problema cuando leemos o escuchamos hablar sobre este tema es que no todos nos referimos a lo mismo. El “concepto ojera” engloba un conjunto de alteraciones que pueden aparecer por separado o conjuntamente. El planteamiento que se debería proponer a quien consulta es, concretarles qué está pasando en el área de su “ojera”, el por qué ocurre lo que vemos y evaluar con qué opciones se cuenta para solucionar los problemas que se identifican.
¿Qué puede ocurrir en el área de la ojera? La piel puede estar arrugada, pigmentada, sufrir de edemas recurrentes con tendencia a cronificarse, presentar un surco infraorbitario muy marcado u observarse bolsas secundarias a una herniación de la grasa que protege el globo ocular.
¿Por qué aparecen estos signos? La herencia es un factor clave. Con frecuencia observamos adolescentes que presenta una hiperpigmentación alrededor de las órbitas de claro carácter familiar. Por otor lado, el paso del tiempo va haciendo que la piel del párpado se vuelva más fina, hecho que acentúa el descenso de los compartimentos grasos de la zona medio facial durante el envejecimiento.
Además, el sol favorece, como en otras zonas de la piel la produción de melanina y el oscurecimiento de la zona, acentuado por inflamaciones recurrentes causadas por una mala circulación vascular o linfática de carácter hereditario o por elementos externos como alergias. Estas inflamaciones generan un “escape” de globulos rojos de los capilares que evolucionan de la misma forma que haría un hematoma e hiperpigmentan la zona de forma postinflamatoria. El surco infraorbitario se acentúa con el transcurrir de los años por pérdida de la tensión de un ligamento que une la orbita con el hueso malar.
¿Cómo pueden mejorarse las ojeras? Identificando su causa y tratándola.
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